domingo, 26 de agosto de 2012

"Salud y Belleza los mejores trucos"

Ponerse en forma no sólo es ir al gimnasio y dejar de comer todo aquello que nos gusta. Conseguir que nuestro cuerpo luzca atractivo y saludable requiere una constancia que empieza en los hábitos diarios. De nada sirve machacarte haciendo ejercicio si luego no tienes cuidado con la alimentación. Por eso, es tan importante que en nuestra vida cotidiana incluyamos ciertas rutinas que nos ayudarán a conseguir un excelente estado físico, y como no, mental.

Lo más importante; conciénciate. De tu fuerza de voluntad depende conseguir un cuerpo 10. Olvídate del «no voy a poder» y sustitúyelo por «lo conseguiré».
Inicia el día con una sencilla tabla de gimnasia, que además de ayudarte a quemar calorías, te permitirá eliminar tensión. Además, no olvides que el ejercicio es una gran terapia contra la ansiedad y reduce el deseo convulsivo de comer a todas horas.
Di adiós a la pereza y empieza a caminar en lugar de utilizar el coche. Los atajos ya no sirven si quieres mantenerte en forma.
Cualquier excusa es buena para salir a pasear: ir al kiosco a comprar el periódico, sacar al perro, hacer una pequeña compra, etc.
Desde ahora, el ascensor está estropeado. Si bajas y subes las escaleras dos veces al día puedes llegar a quemar 200 calorías
Bebe dos litros de agua diarios; es bueno para hidratar la piel, el tracto digestivo y para eliminar toxinas.

Actividad Fisica
Tensar la musculatura abdominal durante unos segundos es bueno para engañar al hambre.
Cuanto más actividad física incluyas en tu actividad diaria, más salud le aportarás a tu cuerpo y los beneficios que obtengas serán muchos más que los puramente estéticos. ¿Quieres conocer algunos de los motivos por los cuales realizar deporte es bueno?

Reduce el riesgo de muerte prematura.
Reduce el riesgo de enfermedad cardiovascular o cáncer de colon hasta un 50%.
Reduce el riesgo de padecer diabetes de tipo II.
Reduce la probabilidad de padecer hipertensión, un mal que afecta a un 50% de la población mundial.
Previene la osteoporosis.
Reduce los dolores lumbares y de espalda.
Mejora el bienestar psicológico, reduce el estrés, la ansiedad y la depresión.
Ayuda a controlar el peso.
Es muy importante para mantener los huesos, los músculos y las articulaciones sanas.
Muchas personas que quieren ponerse en forma no lo hacen porque no les gusta ir al gimnasio. Pero esto ya no es un problema porque también te puedes montar tu gimnasio en casa y así nadie te molestará y no tendrás problemas de horario. Eso sí, para conseguir buenos resultados, hace falta tener mucha fuerza de voluntad y algunos requisitos:

Un espacio amplio y ventilado
Música
Un suelo uniforme y firme
También deberás comprar:

Una colchoneta pequeña
Mancuernas pequeñas de 1 ó 2 Kg. También pueden valer latas de alimentos, paquetes, etc.
Una comba
Una barra, puede valer la de la escoba

Llega determinadas edades en las que quitarse el sujetador supone el reconocimiento de que la fuerza de la gravedad ha actuado malvadamente sobre tus senos, y éstos, que antes estaban firmes ahora descansan sobre tus costillas. Es cierto que la forma y el tamaño importa, pero lo que en realidad llama la atención del pecho es su firmeza. Si quieres volver a lucir camisetas sin sujetador sin ningún tipo de complejo y que todo el mundo hable de tu escote, ponte manos a la obra y...¡a sudar!

Pechos Firmes y sanos

Los senos, símbolos femeninos por excelencia, están compuestos de tejido glandular y graso, situados por encima del músculo pectoral. Únicamente están sostenidos por la piel, por lo que el paso de los años, los cambios bruscos de peso y los embarazos son motivos suficientes para que el pecho se caiga.

Las glándulas no pueden trabajarse para darlas firmeza y dureza, por eso, para mantener el pecho en su sitio lo que se trabajarán serán los músculos pectorales, que ayudan a su sostén y te harán lucir un escote más bonito.

Hay que tener cuidado con el trabajo aeróbico cuya misión es quemar las grasas acumuladas en el cuerpo y en el pecho hay mucha. Así, que si no quieres parecerte a una tabla no abuses de los ejercicios que más te hacen sudar.

Hay que tener mucho cuidado con los ejercicios de alto impacto como el step, ya que pueden ser muy perjudiciales para los senos. Por eso, no te olvides de ponerte un sujetador deportivo que evite que tus pechos acaben cayéndose por tanto movimiento.

Consejos para tener un vientre chato

¿Quién no ha soñado alguna vez con lucir un abdomen completamente plano sin que asomara el temido michelín? Pues sólo hay que proponérselo y en poco tiempo podrás llevar camisetas ombligueras para que todo el mundo vea tu vientre plano y con esa musculatura visible que tanto favorece a las mujeres.
Para conseguir unos resultados óptimos, antes es muy importante que conozcas donde están localizados los abdominales. En el área de las costillas y hasta la pelvis se encuentran el recto abdominal que une la parte superior e inferior del cuerpo, el oblicuo externo e interno que hacen que sea posible la rotación y los movimientos laterales de la parte superior del cuerpo y el transversal abdominal.

Son músculos agradecidos, ya que con 10 minutos diarios de entrenamiento se empiezan a ver los resultados. Pero es muy importante la perseverancia ya que de nada sirve que estés durante semanas machacándolos si luego los vas a volver a abandonar.

Fortalecer esta zona del cuerpo no tiene sólo beneficios estéticos ya que desarrollando estos músculos también contribuimos a evitar problemas de dolor de espalda y de rigidez.

Cola dura y levantada

Los glúteos es una de las partes del cuerpo femenino que antes se ve afectado por la fuerza de la gravedad. Si no se ejercita, sus músculos comienzan a perder firmeza y, por consiguiente, su atractivo. Si quieres hacerle la competencia al deseado trasero de Jennifer López tu objetivo será; levantar, reducir, acabar con la celulitis y reafirmar. Si te lo propones, lucir tanga en la playa ya no será un problema para ti. ¿Preparada?

los músculos de los glúteosenemigos del tejido conjuntivoejerciciosconsejoscosmética

Los problemas que la mayoría de las mujeres tenemos con nuestro trasero están provocados porque son unos músculos que están formados por abundantes tejidos grasos que además tienen un pésimo riego sanguíneo. Su tejido conjuntivo es blando y elástico. Junto a las células grasas hinchadas se coloca la celulitis. Y por fin, debajo de esta capa de grasa, más o menos gruesa, se encuentra el músculo más grande del cuerpo.

Los tres músculos de los glúteos se encuentran en la “gran colina móvil”, junto a los pliegues del trasero. Son tres; el grande, que forma el trasero y con el que damos movimiento a la cadera. Los otros dos músculos; el pequeño y el mediano participan en todos los movimientos del muslo y son muy importantes para no perder la estabilidad de la cadera ya que evitan que la parte superior del cuerpo se doble hacia un lado.


Alimentación sana

Si comes fuera de casa escoge como primer plato ensalada o verdura. Tiene efecto saciante y evitarán que peques con el postre.
Incorpora las especias a tu alimentación diaria ya que aumentan el metabolismo acelerando la combustión energética y actuando como quema-grasas.
Para evitar la acumulación de grasas es importante comer poco pero frecuentemente. Una alimentación bien distribuida permite eliminar el exceso de grasa.
No abuses de la sal ya que favorece la retención de líquidos.
Si tienes un ataque de hambre come fruta que tiene pocas calorías y te ayudarán a saciar el apetito.
Come despacio y mastica bien.
Compara las calorías, proteínas grasas y azúcares de todo lo que comes y trata de equilibrar los alimentos.
El pan siempre integral y fresco. Es muy rico en fibra e hidratos de carbono y aporta muchas vitaminas.
Los purés de verduras tienen menos calorías que las cremas elaboradas con nata.
Los quesos frescos son menos calóricos que los elaborados.
A la hora de elegir el postre opta por la fruta fresca o por el yogur descremado.
Los huevos fritos son uno de los peores enemigos de tu dieta. Un huevo fresco tiene 140 calorías, si lo fríes las doblas y pasa a tener 250 calorías.
Si no concibes el desayuno sin un buen surtido de bollos, tómate, nada más levantarte, un vaso de leche desnatada, que gracias a las proteínas te ayudará a saciar esas ganas de comer.
Los frutos secos son muy buenos para darte energía. Si quieres poder disfrutar de ellos sin engordar no tomes más de cinco unidades de cada uno.

viernes, 3 de agosto de 2012

"¿Por que me gusta esta comida y esa no?"

¿Por qué nos gusta un alimento?
Un alimento nos gusta después de probarlo 15 veces.

Perfil.com

Expertos analizan por qué las personas elijen de modo inconsciente algunas comidas en detrimento de otras. Explican que para estar bien alimentados hay que consumir al menos 19 productos diferentes cada semana.

Por Martín De Ambrosio

—¿Por qué no te gusta comer brócoli, mondongo, achuras, pescado o tomar mate? (táchese lo que no corresponda).
—No sé... porque no me gusta.

Este diálogo de todos los días podría tener diferentes respuestas y no necesariamente relacionadas con el capricho. Desde hace un tiempo, los expertos le están hincando el diente al asunto y han descubierto las razones posibles de por qué nos gusta lo que nos gusta, y por qué odiamos lo que nos parece imposible de comer y qué factores influyen en que algo nos agrade o nos dé asco. Las explicaciones tienen que ver con lo biológico, con lo familiar, con lo cultural, y con singulares mezclas de los tres factores.

Biología. Lo único innato es el placer de lo dulce, debido a la dulzura de la leche materna y por las necesidades del cerebro de glucosa para funcionar. Lo dice la médica nutricionista argentina Mónica Katz: “Sobre ese gusto por lo dulce actúan todos los demás”, dijo la coautora de Comer (Libros del Zorzal). Por su parte, el australiano John Prescott, autor del reciente Taste Matters (se puede traducir tanto como Asuntos del gusto o El gusto importa, y contiene cientos de investigaciones, algunas de ellas propias), le agrega las grasas. “Las cosas que proveen energía al cuerpo, como los azúcares y las grasas, tienden a ser agradables en todas las culturas. El mejor ejemplo probablemente sea el chocolate. En cuanto a los más odiado universalmente, el único ejemplo del disgusto es la carne humana y las heces”, señaló.

Familia. Después de eso, todo lo demás es adquirido. ¿Y cómo se adquiere? Como cada cosa, incluso el talento: a través del aprendizaje y la práctica. “El gusto es totalmente educado”, dice Katz. Se aprende por asociación: “Si uno come algo y no lo enferma, ese alimento pasa a ser parte del repertorio”, dice Katz. También hay una explicación para que nos guste la comida casera, de mamá. “Se da por asociación con estados emocionales en la intereacción con el otro. Si la comida de mamá y la abuela viene con sonrisas, va a gustar. Se asocia la comida materna con el bienestar”, agregó.

Cultura. En general, los sabores amargos y picantes son evitados porque amargos son los venenos, ciertos tóxicos y las sustancias no alimenticias. Sin embargo, el argentino toma mate y el mexicano tiene al chile como principal ingrediente. “La sensibilidad de las personas a lo amargo varía, y la dieta materna es la clave porque expone al feto a sabores de la propia cultura, lo que influirá en los alimentos que quizá preferirá el niño”, señaló Prescott.

Los chinchulines y otras vísceras de vaca a las que hombres y mujeres de la pampa están acostumbrados, resultan insoportables para las culturas más relacionadas con alimentos marinos. Y a la inversa.

Para lo picante funciona el mecanismo del masoquismo benigno. “Porque estimula receptores de dolor a través de la capsaicina. Pero gusta porque frente al dolor se segregan endorfinas. Y por eso se quiere más. En México hasta los chupetines vienen con chile. Los chupentines de acá no les agradan”, siguió Katz.

Y para el final, el plano simbólico: además de nutrientes se ingieren sentidos. Al comer sushi también se come todo lo que, por ejemplo, representa el sushi en la Argentina del siglo XXI: refinamiento, estatus.


El déficit nutricional de los niños

De los niños se dice que hoy no les gusta nada y tienen por eso dietas poco variadas. La culpa, cuándo no, es de los padres. “Vienen a la consulta a decirme que el chico no come pescado y yo les pregunto si ellos comen. ‘Desde luego que no’, me dicen”, contó Mónica Katz.

He ahí otro de los condicionantes del gusto: la imitación. Si los padres comen, los niños también.

Para que algo nos guste hay que darle tiempo a la mera exposición. “Hacen falta 12 o 15 veces de darle la misma comida a un bebé para que se familiarice con ella”, señaló. El consenso es que para estar bien alimentados las personas deben consumir unos 19 alimentos cada semana. Menos de eso, es problemático.