martes, 11 de abril de 2017

El consumo de Te mejora la Memoria

Una sola taza de té al día reduce en un 50% el riesgo de deterioro cognitivo en mayores El porcentaje asciende hasta un 86% en personas con riesgo genético de padecer Alzheimer, señala una investigación
 Una sola taza de té diaria puede reducir en un 50% el riesgo de deterioro cognitivo en personas mayores, y en hasta un 86% en aquellos individuos con riesgo genético de padecer la enfermedad del Alzheimer, señala un estudio.
El hallazgo es importante porque, a pesar de los ensayos con fármacos de alta calidad, aún no se ha encontrado una terapia farmacológica efectiva para trastornos neurocognitivos como la demencia. Beber té reduce en un 50% el riesgo de deterioro cognitivo en personas mayores, y en hasta un 86% en aquellos individuos con riesgo genético de padecer la enfermedad del Alzheimer, señala un estudio.
 Basta con una taza de té al día. La investigación apunta a que este consumo constante puede alejar la demencia, especialmente para aquellas personas con predisposición genética, esto es, aquellas portadoras del alelo APOEE4 del gen APOE. Este alelo está relacionado con el Alzheimer y el desarrollo cognitivo inadecuado.
 Características de la investigación
 El estudio, dirigido por Feng Lei, del Departamento de Medicina Psicológica de la Escuela de Medicina Yong Loo Lin, de la Universidad Nacional de Singapur (NUS), fue realizado con 957 chinos de 55 años de edad. Se recogió información del consumo de té de todos ellos, entre 2003 y 2005. A intervalos regulares de dos años y hasta 2010, las funciones cognitivas de estas personas fueron evaluadas con herramientas estandarizadas.
También se recopiló información sobre sus estilos de vida, sus condiciones médicas y sus actividades físicas y sociales. Además de los porcentajes arriba señalados, el análisis reveló que el papel neuroprotector para la función cognitiva del consumo de té no se limita a un tipo particular de té (igual sirve el té verde, negro u oolong, un té tradicional chino también conocido como té azul) siempre y cuando el té esté elaborado a partir de hojas de té.
 Implicaciones
 El hallazgo realizado es importante porque, a pesar de los ensayos con fármacos de alta calidad, aún no se ha encontrado una terapia farmacológica efectiva para los trastornos neurocognitivos como la demencia. El té, en cambio, es una de las bebidas más consumidas en el mundo. "Los datos de nuestro estudio sugieren que una medida de estilo de vida simple y barata, como beber té diario, puede reducir el riesgo de desarrollar trastornos neurocognitivos en la última etapa de la vida", explican los autores de la investigación.
 Los beneficios a largo plazo del consumo de té se deben a los compuestos bioactivos presentes en sus hojas, tales como las catequinas, las teaflavinas, tearubiginas y la L-teanina. Todos estos compuestos tienen potencial antiinflamatorio y antioxidante y otras propiedades que pueden proteger al cerebro de daños vasculares y de la neurodegeneración. Los científicos planean ahora hacer nuevos estudios para entender mejor el impacto de la dieta asiática en la salud cognitiva durante el envejecimiento. También están interesados ​​en investigar los efectos de los compuestos bioactivos del té y probarlos más rigurosamente.
 Referencia bibliográfica:
 L. Feng, M. -S. Chong, W. -S. Lim, Q. Gao, M. S. Z. Nyunt, T. -S. Lee, S. L. Collinson, T. Tsoi, E. -H. Kua, T. -P. Ng. Tea consumption reduces the incidence of neurocognitive disorders: Findings from the Singapore longitudinal aging study. The journal of nutrition, health & aging (2016). DOI: 10.1007/s12603-016-0687-0.

jueves, 16 de marzo de 2017

EL HIGADO Y EL CEREBRO HABLAN Y REGULAN TU APETITO

El hígado y el cerebro están conectados para regular el apetito
 La molécula adenosín trifosfato, ATP, comunica a ambos órganos
 Un estudio con ratones del Instituto de Investigación Biomédica (IRB) de Barcelona ha demostrado que cuando el hígado de estos animales tiene reservas altas de glucosa no engordan, aunque se les ofrezca una dieta muy apetitosa, porque se sienten saciados a nivel cerebral.
 La molécula ATP, adenosín tri-fosfato, conecta al hígado con el cerebro para regular el apetito. Muestra de hígado de ratones. Un alto contenido en glucógeno (fucsia) hace que los ratones coman menos.
 El hígado almacena la glucosa -el azúcar- sobrante en forma de glucógeno –cadenas de glucosa- que luego libera según las necesidades energéticas del cuerpo. Los pacientes diabéticos no acumulan bien la glucosa en el hígado, uno de los motivos -no el único- por el que sufren hiperglucemia, es decir, que tienen demasiado azúcar en la sangre.
 Un estudio con ratones liderado por Joan J. Guinovart en el Instituto de Investigación Biomédica (IRB Barcelona) demuestra que cuando el hígado tiene reservas altas de glucosa evita que engorden, aunque se les ofrezca una dieta muy apetitosa, porque se sienten saciados. Es la primera vez que se observa una conexión entre hígado y apetito.
 Los investigadores, a raíz de los resultados publicados en la revista Diabetes, argumentan que aumentar la producción de glucógeno hepático sería un tratamiento eficaz para mejorar la diabetes y la obesidad. "Es interesante comprobar que lo que ocurre en el hígado tiene efectos directos sobre el apetito", señala en la nota de prensa del IRB Guinovart, que dirige un laboratorio especializado en metabolismo del glucógeno y patologías asociadas.
“Aquí desvelamos lo que ocurre a nivel molecular”.
 La comunicación Los científicos se preguntaron porqué los ratones que acumulaban más glucógeno en hígado, aún dándoles una dieta apetitosa, no engordaban. Además de comprobar que comían menos, vieron que en el cerebro de estos ratones había escasas moléculas estimulantes del apetito, mientras que tenían muchas más moléculas depresoras del mismo.
 “Y dimos por fin con la pista, con la señal que podía explicar la conexión hígado-cerebro”, explica Iliana López-Soldado, investigadora postdoctoral que ha trabajado tres años en los experimentos.
 La clave de la conexión entre hígado y cerebro es el ATP, el adenosín tri-fosfato, la molécula utilizada por todos los organismos vivos para proporcionar energía a las células, y que está habitualmente alterada en personas con diabetes y obesidad.
“Hemos visto que correlacionan perfectamente los niveles altos de glucógeno en hígado, con niveles constantes de ATP y con niveles altos de moléculas saciantes en el cerebro de los ratones”, explica López-Soldado.
 La Organización Mundial de la Salud estima que más de 382 millones de personas viven con diabetes en el mundo y, para 2035, se prevé que una de cada de 10 personas tenga diabetes. En cuanto a la obesidad, íntimamente ligada a la aparición de diabetes de tipo 2, la forma más frecuente, los números son más altos incluso. En 2008, más de 200 millones de hombres y cerca de 300 millones de mujeres eran obesos. Este trabajo ha sido financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad y la red Ciber de Diabetes y Enfermedades Metabólicas (CiberDEM) de la que forma parte el laboratorio dirigido por Guinovart, también catedrático de la Universidad de Barcelona.
 Referencia bibliográfica: Iliana López-Soldado, Delia Zafra, Jordi Duran, Anna Adrover, Joaquim Calbó, Joan J. Guinovart: Liver glycogen reduces food intake and attenuates obesity in a high-fat diet fed mouse model. Diabetes (2014). DOI:10.2337/db14-0728.

jueves, 19 de mayo de 2016

"La luz artificial genera Diabetes"

La luz brillante afecta al metabolismo humano Puede incrementar la resistencia a la insulina
 La exposición a luz brillante por la mañana o por la tarde puede incrementar la resistencia a la insulina, lo que a la larga provocaría un aumento de peso y un mayor riesgo de padecer diabetes, ha revelado un estudio de la organización Northwestern Medicine de EEUU.
 La exposición a la luz brillante afecta al metabolismo humano, apunta un nuevo estudio de la organización Northwestern Medicine de EEUU.
 Los científicos encontraron que la exposición a este tipo de luz incrementa la resistencia a la insulina, en comparación con una exposición a la luz leve, tanto por la mañana como por la tarde. Por la noche, la luz brillante también causa picos de glucosa (glucemia) más altos, demostró la investigación.
 La resistencia a la insulina es la incapacidad del cuerpo para mover adecuadamente la glucosa de la sangre, lo que resulta en una acumulación de azúcar en la sangre. Con el tiempo, el exceso de glucosa en la sangre puede dar lugar a un aumento de grasa corporal, un aumento de peso y un mayor riesgo de padecer diabetes. Kathryn Reid, autora principal del estudio, reconoce que este efecto de la luz sobre el metabolismo no se entiende bien todavía.
 En teoría, se podría utilizar la luz para manipular la función metabólica", afirma en un comunicado de la Northwestern Medicine. Efecto de la luz azul brillante En la investigación de Reid y su equipo participaron 19 adultos sanos, que fueron asignados aleatoriamente a una exposición de tres horas de luz azul brillante (en nuestra vida cotidiana podríamos encontrarla en móviles y tabletas, y también en bombillas LED azules), bien media hora después de despertarse (grupo de la mañana) bien 10,5 horas después de despertar (grupo de la tarde).
 Los resultados de cada persona fueron comparados con los resultados de la exposición a luz tenue, como línea de base. Mostraron que la exposición a la luz azul enriquecida altera la función metabólica, tanto en la mañana como en la tarde, en comparación con la exposición a luz tenue.
 Pero, mientras que por la mañana y por la noche la exposición a la luz azul intensa generó una mayor resistencia a la insulina entre los participantes; la exposición nocturna a luz azul enriquecida propició mayores picos de glucosa.
Esto sugiere una mayor incapacidad de la insulina para compensar adecuadamente el aumento de la glucosa en la noche. Otras luces Investigaciones previas ya habían apuntado a que la exposición a la luz artificial puede afectar a nuestro organismo.
Se ha señalado, por ejemplo, que la luz eléctrica podría ser responsable, al menos en parte, de la epidemia mundial de obesidad, porque altera los sistemas del cerebro que regulan el metabolismo, de tal modo que aumentan las probabilidades de desarrollar obesidad y diabetes.
 También se ha demostrado que la luz de los dispositivos móviles puede afectar a la retina. En cambio, se ha constatado que el reflejo de una luz infrarroja cercana sobre la piel o sobre una muestra de células produce un impulso de energía instantánea que ayuda a sanar heridas y aliviar el dolor. 

Referencia bibliográfica: Ivy N. Cheung, Phyllis C. Zee, Dov Shalman, Roneil G. Malkani, Joseph Kang, Kathryn J. Reid. Morning and Evening Blue-Enriched Light Exposure Alters Metabolic Function in Normal Weight Adults. PLOS ONE (2016). DOI: 10.1371/journal.pone.0155601.

lunes, 30 de noviembre de 2015

''Porque fallan las dietas''

Se ha preguntado por qué no funcionó aquella dieta?
 Un estudio israelí he hecho un seguimiento de los niveles de azúcar en la sangre de 800 personas durante una semana y sugiere que incluso si todos comemos la misma comida, el cómo se metaboliza difiere de una persona a otra.
 Los resultados, publicados en Cell, demuestran el poder de la nutrición personalizada para ayudar a las personas a identificar qué alimentos pueden ayudar u obstaculizar sus objetivos de salud. Un estándar desarrollado hace décadas, llamado índice glucémico (IG), se utiliza para clasificar los alimentos según cómo afectan a los niveles de azúcar en la sangre, y es un factor utilizado por médicos y nutricionistas para desarrollar dietas saludables.
Sin embargo, este sistema se basa en estudios que promediaron cómo respondieron pequeños grupos de personas a diversos alimentos.
 El nuevo estudio, dirigido por Eran Segal y Eran Elinav del Instituto de Ciencia Weizmann de Israel, ha comprobado que el IG de un determinado alimento no es un valor fijo, sino que depende de la persona. Para todos los participantes, se recogieron datos a través de cuestionarios de salud, medidas corporales, análisis de sangre, monitorización de la glucosa, muestras de heces y una aplicación móvil utilizada para informar del estilo de vida y la ingesta de alimentos (se midió un total de 46,898 comidas).
 Además, los voluntarios recibieron unas cuantas comidas estandarizadas/idénticas en sus desayunos. Como era de esperar, la edad y el índice de masa corporal (IMC) estaban asociados con los niveles de glucosa en la sangre después de las comidas. Sin embargo, los datos también revelaron que diferentes personas muestran muy diferentes respuestas a la misma comida, pese a que sus respuestas individuales no cambiaban de un día para otro.
 "La mayoría de las recomendaciones dietéticas que uno puede imaginar se basan en uno de estos sistemas de clasificación, sin embargo, lo que la gente no destaca, o tal vez no aprecia plenamente, es que existen profundas diferencias entre los individuos: en algunos casos, tienen respuestas opuestas, y esto es realmente un gran agujero en la literatura científica", dice Segal, del Departamento de Ciencias de la Computación y Matemáticas Aplicadas de Weizmann, en la nota de prensa de Cell Press recogida por EurekAlert! "La medición de una cohorte tan grande sin prejuicios realmente nos ha iluminado sobre lo inexactos que estábamos siendo en torno a uno de los conceptos más básicos de nuestra existencia, que es lo que comemos y cómo integramos la nutrición en nuestra vida diaria", dice Elinav, del Departamento de Inmunología de Weizmann.
"En contraste con nuestras prácticas actuales, ajustar las dietas al individuo es lo que puede permitirnos utilizar la nutrición como medio de controlar los niveles de azúcar en sangre y las enfermedades asociadas."
Nutrición personalizada
 Los estudios de nutrición se basan en que los participantes, lejos del laboratorio, sigan rígidamente una dieta y registren con sinceridad su ingesta de alimentos. En el estudio de Weizmann se pidió a los participantes (una muestra representativa de la población de Israel, todos voluntarios) que comieran un desayuno estandarizado como pan o glucosa cada mañana y también introdujeran todos sus comidas en una aplicación móvil-diario de alimentación.
 A cambio, los investigadores proporcionaron un análisis de las respuestas personalizadas de los participantes a los alimentos. Elinav y Segal dicen que la presentación de informes de los participante concordó en gran medida con los datos biométricos obtenidos con monitores de glucosa. Hubo muchas sorpresas.
En un caso, una mujer de mediana edad con obesidad y la pre-diabetes, que había intentado sin éxito una serie de dietas en su vida, se enteró de que sus hábitos alimenticios "saludables" pueden en realidad estar contribuyendo al problema. Sus niveles de azúcar en la sangre se dispararon después de comer tomates, lo cual ocurrió varias veces en el transcurso de la semana del estudio. "Para esta persona, una dieta a medida individualizada no habría incluido los tomates, y habría incluido otros ingredientes que muchos de nosotros no consideraríamos saludables, pero que lo son de hecho para ella", dice Elinav.
 "Antes de que se llevara a cabo este estudio, no había manera de que nadie pudiera haberle proporcionado esas recomendaciones personalizadas, que pueden afectar sustancialmente a la progresión de su pre-diabetes." Para entender por qué existen esas enormes diferencias entre las personas, los investigadores llevaron a cabo un análisis del microbioma de muestras de heces recogidas de cada participante en el estudio. Cada vez más pruebas sugieren que las bacterias intestinales están vinculados a la obesidad, la intolerancia a la glucosa y la diabetes, y el estudio demuestra que de hecho hay microbios concretos correlacionados con lo que se eleva el azúcar en la sangre después de las comidas.
 Aplicación del estudio
 Mediante intervenciones dietéticas personalizadas adicionales realizadas a 26 participantes del estudio, los investigadores fueron capaces de reducir los niveles de azúcar en la sangre después de las comidas y alterar su microbiota intestinal. Curiosamente, aunque las dietas eran personalizados y por lo tanto muy diferentes en todos los participantes, varias de las alteraciones de la microbiota intestinal fueron consistentes entre los participantes. "Después de ver estos datos, pienso en la posibilidad de que tal vez estamos muy equivocados conceptualmente en nuestra forma de pensar acerca de la epidemia de obesidad y diabetes", dice Segal. "La intuición de la gente es que sí sabemos cómo tratar estos problemas, solo que las personas no hacen caso y comen sin control -pero tal vez la gente sí está cumpliendo, y lo que pasa es que en muchos casos les estaban dando consejo equivocado." "Es un conocimiento común entre los dietistas y médicos que sus pacientes responden de manera muy diferente a las dietas asignadas", añade. "Podemos ver en los datos que las mismas recomendaciones generales no siempre ayudan a la gente, y mi mayor esperanza es que podamos mover este barco en una dirección diferente." Los investigadores esperan que traducir lo aprendido en este proyecto de investigación básica pueda ser aplicado a un público más amplio a través de nuevos desarrollos algorítmicos que reducirían el número de datos que se necesitan para proporcionar a las personas informes nutricionales personalizados.

 Referencia bibliográfica: David Zeevi, Tal Korem, Niv Zmora, David Israeli, Daphna Rothschild, Adina Weinberger, Orly Ben-Yacov, Dar Lador, Tali Avnit-Sagi, Maya Lotan-Pompan, Jotham Suez, Jemal Ali Mahdi, Elad Matot, Gal Malka, Noa Kosower, Michal Rein, Gili Zilberman-Schapira, Lenka Dohnalová, Meirav Pevsner-Fischer, Rony Bikovsky, Zamir Halpern, Eran Elinav, Eran Segal: Personalized Nutrition by Prediction of Glycemic Responses. Cell (2015). DOI: 10.1016/j.cell.2015.11.001.

jueves, 15 de octubre de 2015

"Tecnología inhalambrica muy peligrosa"

Un desequilibrio metabólico causado por la radiación de los dispositivos inalámbricos , celulares con bluetooth,wifi,microondas ,tablets y otras tecnologias similares,podrían estar relacionados con una serie de riesgos para la salud, tales como diversas enfermedades neurodegenerativas y cáncer, según un nuevo estudio, dirigido por científicos de Ucrania.
 Se trata, informa AlphaGalileo, de un artículo de revisión publicado en Electromagnetic Biology & Medicine, que explora los datos experimentales sobre los efectos metabólicos de la radiación de radiofrecuencia (RFR) de baja intensidad en las células vivas.
 Este desequilibrio, también conocido como estrés oxidativo, se define por el co-autor Igor Yakymenko como "un desequilibrio entre la producción de especies reactivas de oxígeno (ROS) y la defensa antioxidante." Yakymenko explica que el estrés oxidativo debido a la exposición a RFR podría explicar no sólo el cáncer, sino también otros trastornos menores como dolor de cabeza, fatiga, e irritación de la piel, que podría desarrollarse después de la exposición RFR a largo plazo.
 "Estos datos son una muestra clara de los riesgos reales que este tipo de radiación plantea para la salud humana", dice Yakymenko.
 El artículo explica que las ROS se producen a menudo en las células debido a ambientes agresivos, y también puede surgir por "radiación inalámbrica ordinaria." Las investigaciones existentes demuestran los posibles efectos cancerígenos de la radiofrecuencia (RFR)/radiación de microondas. En 2011, la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer clasificó la RFR como un posible carcinógeno para los seres humanos. Pero había que demostrar mecanismos moleculares claros de tales efectos para aceptar que fuera un riesgo.
Un Comité de Expertos de Noruega señaló en 2012 que no había pruebas científicas de que la exposición a los campos electromagnéticos de bajo nivel tuvieran efectos adversos en la salud. No encontraron, por ejemplo que los teléfonos móviles y otros equipos pudieran causar problemas de salud tales como la hipersensibilidad electromagnética, aunque eso no significa que los síntomas de ésta sean imaginarios, matizaban.
 El nuevo artículo demuestra que los efectos peligrosos de la RFR podrían desarrollarse a través de los "mecanismos clásicos" de deterioros oxidativos en las células vivas. Yakymenko y sus colegas piden precaución en el uso de tecnologías inalámbricas, tales como teléfonos celulares e Internet inalámbrico.
 El Comité noruego consideraba que la cautela general es suficiente, es decir, que la exposición no debería ser mayor que el necesario para conseguir el objetivo pretendido, y reconocía que la exposición a los móviles durante décadas era algo por estudiar, dado que los móviles son algo relativamente reciente.
 Referencia bibliográfica: Igor Yakymenko, Olexandr Tsybulin, Evgeniy Sidorik, Diane Henshel, Olga Kyrylenko, y Sergiy Kyrylenko: Oxidative mechanisms of biological activity of low-intensity radiofrequency radiation. Electromagnetic Biology and Medicine (2015). doi:10.3109/15368378.2015.1043557

"Dieta contra la Depresión"

Comer una dieta mediterránea u otra dieta saludable, que conste de frutas, verduras, legumbres y frutos secos y sea baja en carnes procesadas, se asocia con la prevención de la depresión, según una investigación realizada en España y publicado en la revista de acceso abierto BMC Medicine, editada por BioMed Central.
 El estudio, realizado con 15.093 personas, sugiere que la depresión podría estar relacionada con el déficit de nutrientes. Se trata de una actualización de otro publicado hace tres años, que se centró exclusivamente en la dieta mediterránea.
 Después de una amplia investigación sobre la dieta y su efecto sobre nuestra salud física, los investigadores están explorando la relación entre la nutrición y la salud mental. Esta es la primera vez que varios patrones dietéticos saludables y su asociación con el riesgo de depresión han sido analizados en conjunto.
 Los investigadores compararon tres dietas: la mediterránea, el patrón dietético pro-vegetariano, y la Alimentación alternativa saludable Índice 2010. Los participantes utilizaron un sistema de puntuación para medir su adhesión a la dieta seleccionada, es decir, mayor puntuación en una dieta indicaba que el participante estaba comiendo una dieta más saludable.
 Los alimentos como la carne y los dulces (fuentes de grasas animales: ácidos grasos saturados y trans) puntuaban negativamente, mientras que las nueces, las frutas y verduras (fuentes de ácidos grasos omega-3, vitaminas y minerales, respectivamente) puntuaban positivamente. La investigadora principal, Almudena Sánchez-Villegas, de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, dice en la nota de prensa de Biomedcentral, recogida por EurekAlert! : "Queríamos entender qué papel juega la nutrición en la salud mental, ya que creemos que ciertos patrones dietéticos podrían proteger nuestras mentes.
Estas dietas están todas asociados con beneficios para la salud física y ahora nos encontramos con que podrían tener un efecto positivo en nuestra salud mental". "El papel protector se atribuye a sus propiedades nutricionales, y las fuentes de ácidos grasos omega-3, vitaminas y minerales podrían reducir el riesgo de depresión."
 La Alimentación alternativa saludable Índice-2010 se asoció con la mayor reducción del riesgo de depresión, pero la mayor parte del efecto podría explicarse por su similitud con la dieta mediterránea, según la nota. Por lo tanto, nutrientes comunes y alimentos tales como los ácidos grasos omega-3, verduras, frutas, legumbres, frutos secos, y el consumo moderado de alcohol, presentes en ambos patrones, podrían ser responsables de la reducción observada del riesgo de depresión.

martes, 7 de julio de 2015

''Grasas y Azucares dañan al Cerebro''

Las dietas con un alto contenido en grasas o azúcares reducen la función cognitiva
 Lo que más se ve afectado es la capacidad de adaptación, revela un estudio con ratones Las dietas con un alto contenido en grasas o azúcares no solo afectan a la salud sino también a la función cognitiva, a través de la microbiota intestinal, ha revelado un estudio con ratones. Sobre todo, estas dietas perjudicarían a la flexibilidad cognitiva, una capacidad que nos permite adaptarnos rápidamente a cambios en el entorno.
 Las dietas con un alto contenido en grasas o azúcares reducen la función cognitiva En 2011, un estudio de la Universidad de Bristol, en el Reino Unido, reveló la importancia de la dieta en la infancia para el desarrollo de la inteligencia: en él se constató que niños que consumían más alimentos procesados (no frescos) durante sus tres primeros años de vida presentaban cocientes intelectuales (CIs) más bajos que niños que habían seguido una dieta más saludable durante ese mismo periodo.
 La investigación constató, además, que esos efectos cognitivos derivados de los hábitos de alimentación durante la más tierna infancia persistían posteriormente, aunque dichos hábitos fueran modificados más tarde. Ahora, un nuevo estudio realizado en EEUU, en la Universidad Estatal de Oregón (OSU), señala que una dieta con un alto contenido tanto en grasa como en azúcares puede causar cambios en determinadas bacterias intestinales vinculadas a una pérdida significativa de la "flexibilidad cognitiva" (capacidad de adaptación a situaciones cambiantes), en comparación con una dieta normal.
 Este efecto resultaría más acentuado con la dieta de alto contenido en azúcar, que mostró que además provocaba un deterioro del aprendizaje temprano, tanto a largo plazo como en la memoria a corto plazo, informa la OSU en un comunicado. Los hallazgos son consistentes con los de otros estudios sobre el impacto de las grasas y los azúcares sobre la función cognitiva y el comportamiento. Todos ellos han sugerido que estos problemas estarían relacionados con la alteración de la microbioma, que es el ecosistema que habita en el sistema digestivo humano y que se calcula está compuesto por unos cien billones de bacterias.
La presente investigación fue realizada con ratones de laboratorio a los que se les suministraron diversos tipos de dietas. Posteriormente, los animales fueron sometidos a distintas pruebas -como la prueba del laberinto de agua, con la que se mide la capacidad de orientación espacial-, para registrar posibles cambios en sus funciones mentales y físicas y la relación de estos con el impacto de las dietas en las bacterias intestinales.
 Se constató así que, tras solo cuatro semanas de dieta con un alto contenido en grasas o azúcares, el desempeño de los ratones en varias pruebas comenzó a decaer, en comparación con el de animales que habían seguido una dieta normal. Uno de los cambios más pronunciados fue registrado en lo que los investigadores llaman "flexibilidad cognitiva", que es esa capacidad que nos permite, por ejemplo, encontrar el camino a casa a pesar de que la ruta que siempre usamos esté cortada por obras. Aunque realizado en ratones, los resultados obtenidos podrían trasladarse a nuestra especie, puesto que está demostrado que estos animales son un modelo particularmente bueno para el conocimiento de aspectos humanos como el envejecimiento, la memoria espacial o la obesidad. Por otra parte, los ratones sometidos a la investigación eran jóvenes, es decir, tenían un sistema biológico más saludable y capaz de resistir influencias patológicas sobre su microbiota que ratones ancianos.
Por eso, señalan los investigadores, es posible que los resultados obtenidos fueran aún más pronunciados con animales de más edad o con seres humanos con sistemas intestinales afectados por otras causas. Por qué sucede Los científicos explican el efecto del estado de la microbiota en la inteligencia de la siguiente forma: "Cada vez está más claro que las bacterias intestinales pueden comunicarse con el cerebro humano: Esas bacterias pueden liberar compuestos que actúan como neurotransmisores, estimulan los nervios sensoriales o el sistema inmune, y afectan a una amplia gama de funciones biológicas", afirman. "Aún no estamos seguros exactamente de cómo se envían esos mensajes, pero los estamos siguiendo por sus efectos".

 Referencia bibliográfica: K.R. Magnusson, L. Hauck, B.M. Jeffrey, V. Elias, A. Humphrey, R. Nath, A. Perrone, L.E. Bermudez. Relationships between diet-related changes in the gut microbiome and cognitive flexibility. Neuroscience (2015). DOI: 10.1016/j.neuroscience.2015.05.016.

martes, 23 de junio de 2015

''El Café mejora la diabetes y arteriosclerosis''

Los riesgos y los beneficios del consumo de café han sido objeto de mucha investigación y debate. Un estudio surcoreano publicado en “Heart” asocia ahora el consumo de una cantidad específica de café a un menor riesgo de desarrollar obstrucción en las arterias y, en consecuencia, de padecer ataques cardíacos.
 Investigadores del Hospital Kangbuk Samsung de Seúl examinaron a 25 138 hombres y mujeres (con una edad media de 41 años) que no tenían signos de enfermedad cardíaca.
Se les realizó una encuesta relacionada con sus hábitos alimenticios y se midió la concentración de calcio de sus arterias (nivel CAC) mediante TAC.
El consumo medio de café era de 1,8 tazas al día y se detectó calcio en las arterias en el 13,4 % de los participantes.
 El equipo comparó las proporciones de CAC del grupo que no bebía café con diferentes niveles de consumo de café. La proporción de calcio fue de 0,77 para los que tomaban menos de una taza de café al día, de 0,66 para los que tomaban de una a tres tazas al día y de 0,81 para los que tomaban más de 5 tazas.
El grupo que se vio menos afectado en cuanto a las concentraciones de calcio fue el que tomaba entre tres y cinco tazas de café al día; en este grupo la proporción fue de 0,59.
 De acuerdo con los autores del estudio, una posible explicación para esta asociación es que el consumo habitual de café está unido a un menor riesgo de padecer diabetes de tipo 2. Y la diabetes, a su vez, es un factor de riesgo importante para el desarrollo de la arteriosclerosis. Beber café puede mejorar la sensibilidad a la insulina, así como la actividad de las células beta.

''Vacuna contra la Diabetes''

Los pacientes con diabetes de tipo 1 desarrollan una intolerancia del sistema nervioso a la insulina y a las células beta productoras de insulina.
 Un grupo de investigación internacional está trabajando en una vacuna contra esta reacción autoinmunitaria y ha conseguido los primeros resultados exitosos. Los resultados del estudio se presentaron en “JAMA”. Científicos de los EE. UU., el Reino Unido, Austria y Alemania participaron en el estudio.
 Durante el transcurso del estudio entre 2009 y 2013, 15 niños de dos a siete años de edad con un riesgo genético alto de desarrollar diabetes de tipo 1 (evidencia del gen HLA DR-DQ) tomaron insulina en polvo diariamente en dosis variables en forma escalada a lo largo de un periodo de tres a 18 meses. Diez niños tomaron un placebo.
 En comparación con el placebo, la ingesta oral diaria de 67,5 miligramos de insulina desencadenó a una respuesta inmunitaria sin hipoglucemia, según explicó el autor del estudio Ezio Bonifacio de la Universidad Técnica de Dresde (Alemania). Se evaluaron los cambios inmunológicos en los niños.
 El estudio mostró que la administración de dosis altas de insulina conduce a un aumento en la formación de linfocitos T, lo que disminuye la respuesta inmunitaria. No se produjeron efectos secundarios y el nivel de azúcar en sangre permaneció sin cambios.
 “Los resultados muestran que sería recomendable llevar a cabo un estudio de fase III para determinar si la administración de insulina por vía oral puede prevenir la respuesta autoinmunitaria contra las células de los islotes y, en consecuencia, prevenir la diabetes en estos niños”, dijo Bonifacio. Se están planificando estudios en los que se tratará a un gran número de bebés.

martes, 5 de mayo de 2015

''La Revolución de la Inteligencia''

La ciencia y la tecnología han sido los principales catalizadores del cambio y de los grandes avances desde el inicio de la humanidad.
De hecho, la ciencia y la tecnología son las que hacen a la especie humana diferente de otras especies animales. Invenciones, creaciones y descubrimientos como el fuego, la rueda, la agricultura y la escritura han permitido el progreso del Homo sapiens sapiens desde nuestros ancestros primigenios en las sabanas africanas hasta los primeros vuelos espaciales.
 La revolución agrícola fue la primera gran revolución de la especie humana, hace casi 10.000 años. Luego siguió la Revolución Industrial gracias a la invención de la imprenta y al crecimiento del desarrollo científico que permitió la industrialización de las sociedades.
 La tercera gran revolución humana Actualmente estamos viviendo la tercera gran revolución humana, la llamada revolución de la inteligencia. Futuristas como Alvin Toffler, director de la Sociedad Mundial del Futuro, sugieren que el mundo se mueve rápidamente hacia una época en la cual los seres humanos van a devenir en seres mucho más avanzados, gracias a los impresionantes avances tecnológicos.
 Tal cambio ha sido descrito por algunos expertos como análogo al cambio trascendental experimentado en la evolución de los simios a los humanos. La cultura popular se está familiarizando con una nueva terminología: ingeniería genética, clonación, robots, cyborgs, inteligencia artificial, realidad virtual, redes neuronales, etcétera.
Los nuevos desarrollos en ciencia y tecnología ocurren tan rápidamente que podrían empezar a sobrepasar nuestras capacidades de adaptación al cambio. Según el investigador Derek John de Solla Price, uno de los padres de la infometría, el número de revistas científicas se ha duplicado cada 15 años desde 1750, el número de “descubrimientos importantes” se ha duplicado cada 20 años, y el número de ingenieros cada 10 años.
 El cambio no solamente es muy rápido, sino que además se está acelerando. La famosa ley de Moore describe como la capacidad de los ordenadores se duplica aproximadamente cada dos años (según el científico Gordon Moore, cofundador de la famosa empresa Intel). Los avances científicos recientes son realmente impresionantes, y además hay una aceleración del cambio tecnológico. Por ejemplo, los ordenadores personales aparecían hace tan sólo 30 años, los teléfonos móviles comenzaban a masificarse hace 20 años, y Wikipedia apenas estaba naciendo hace 10 años.
 En las ciencias biológicas, la historia no es muy diferente desde el descubrimiento de la estructura del ADN en 1953, que dio partida a la biología molecular, a la medicina regenerativa, las investigaciones con células madre y a la clonación tanto reproductiva (por ejemplo, el caso de la famosa oveja Dolly) como terapéutica (para usos medicinales y la reparación de tejidos y órganos).  Lo que parecía imposible dejó de serlo, cuando una criatura viviente —el virus del polio— fue ensamblada pieza por pieza con varios elementos bioquímicos por científicos de la Universidad de Nueva York en 2002. Este evento histórico fue seguido en 2010 por la creación de una bacteria artificial, sintética, apropiadamente denominada Synthia, por su creador, el biólogo Craig Venter.
 Ya podemos decir que hemos construido vida dentro de un laboratorio.
 Con la creación de vida en un laboratorio, la secuencia del genoma humano y la clonación —tareas ya tachadas en las listas de deberes de los biólogos— estamos empezando a ponderar aún mayores posibilidades futuras. Con la conjunción de otras disciplinas, como la nanotecnología y la robótica humanoide, el surgimiento de una inteligencia general artificial superior a la nuestra parece estar más cerca que nunca.
 Hace una década, el gobierno de Estados Unidos lanzó una iniciativa denominada NBIC. Bajo el patrocinio conjunto de la National Science Foundation (NSF) y del Departamento de Comercio, NBIC considera las posibilidades de las Nano-Bio-Info-Cogno tecnologías, es decir, nanotecnología, biotecnología, infotecnología y ciencias cognitivas. La visión del programa NBIC es que posiblemente para el año 2030 habrá una gran convergencia tecnológica que podrá cambiar radicalmente al ser humano y a su ambiente. Hoy parece que mucha de la ciencia ficción se está convirtiendo finalmente en ciencia real. Algunos expertos, como el ingeniero Ray Kurzweil, especulan sobre una futura “Singularidad”, cuando la inteligencia artificial superará a la propia inteligencia humana.
 La especie humana no es el fin, sino el comienzo de nuestra evolución. Pronto la tecnología nos permitirá rediseñarnos a nosotros mismos. La lenta evolución biológica parece estar acercándose rápidamente a su fin al volverse irrelevante en un mundo de tecnologías que avanzan exponencialmente. Nuestra especie va a continuar cambiando, pero ya no mediante una vieja, lenta e indirecta evolución biológica, sino a través de una nueva, rápida y directa evolución tecnológica. Evolución biológica y evolución tecnológica Biológicamente, el cuerpo humano ha sido pues un buen comienzo, no más que eso.
Ahora podemos mejorar su calidad y cualidades, además de trascenderlo. La evolución a través de la selección natural es lenta y aleatoria, mientras que la evolución tecnológica es rápida y diseñada. La tecnología, que empezó a mostrar su dominio sobre los procesos biológicos por primera vez hace miles de años, está ahora convirtiendo a la bioingeniería en la verdadera ciencia de la vida.
 Muchas fronteras se están volviendo difusas y confusas en estos momentos con la desaparición del blanco y negro entre lo que parecían verdades universales: la vida como antítesis de la muerte y lo inanimado, lo virtual de lo real, el mundo interior del mundo exterior, el “yo” del “otro”, incluso lo natural de lo “no” natural. ¿Qué es la vida? ¿Qué es la vida natural? ¿Qué es la vida artificial? Estas son preguntas profundas y las respuestas son complicadas. Los seres humanos tenemos el potencial no sólo de “ser”, sino además de “llegar a ser”.
Los seres humanos podemos utilizar los medios racionales para mejorar la condición humana y el mundo exterior, y también podemos usarlos para mejorarnos a nosotros mismos, comenzando con nuestro propio cuerpo. Todas estas oportunidades tecnológicas deben ser puestas al servicio de las personas, para vivir más tiempo y con una mejor salud, para mejorar nuestras capacidades intelectuales, físicas y emocionales. Como demuestra la historia, los humanos siempre hemos querido trascender nuestras limitaciones corporales y mentales. La forma en que estas tecnologías serán utilizadas cambiará profundamente el carácter de nuestra sociedad, e irrevocablemente alterará la visión de nosotros mismos y de nuestro lugar en el gran esquema de las cosas. Estamos iniciando un largo camino hacia un futuro lleno de grandes oportunidades y riesgos. Hay que avanzar con inteligencia pero sin miedo, tal y como el escritor David Zindell explicó: — ¿Qué es un ser humano, entonces? — ¡Una semilla! — ¿Una semilla? — Una bellota que no tiene miedo de destruirse a sí misma para convertirse en un árbol. Del Humanismo al Transhumanismo
 El Transhumanismo es un movimiento cultural e intelectual que afirma la posibilidad y necesidad de mejorar la condición humana, basándose en el uso de la razón aplicada bajo un marco ético sustentado en los derechos humanos y en los ideales de la Ilustración y el Humanismo.
 Esta mejora se llevaría a cabo desarrollando y haciendo disponibles tecnologías que aumenten las capacidades físicas, intelectuales y psicológicas de los seres humanos. Muchas de estas tecnologías ya existen o están en vías de desarrollo, y su aplicación a gran escala sin duda modificará a la sociedad de muchas formas. Una extensa discusión sobre las formas en que la tecnología modificará a la sociedad es fundamental para prever con acierto los escollos que puedan surgir y sus potenciales soluciones.
 Es necesaria una aproximación interdisciplinaria para comprender y evaluar las probabilidades de superar las limitaciones biológicas aplicando las capacidades de las tecnologías presentes y futuras. Los transhumanistas buscan expandir las oportunidades que brinda la tecnología para que la gente pueda ser más saludable y longeva, y aumentar su potencial intelectual, físico y emocional. El transhumanismo es una visión nueva acerca del poder de la ciencia y la tecnología para transformar no sólo a la humanidad sino a los propios seres humanos.
Los seres humanos estamos restringidos en muchos sentidos y siempre nos hemos esforzado por expandir nuestras fronteras. Actualmente, los humanos tenemos grandes limitaciones biológicas, físicas, intelectuales, mentales y hasta espirituales. Gracias a la ciencia y la tecnología, sin embargo, muchas de nuestras limitaciones presentes pasarán pronto a la historia. El transhumanismo busca justamente trascender los límites del presente y crear un futuro mejor para toda la humanidad. Hace quizás millones de años ocurrió otra revolución trascendental con un impacto similar, cuando el primer Homo sapiens sapiens (es decir, el "humano que sabe que sabe" en latín) dio el gran salto evolutivo más allá de nuestros ancestros prehomínidos y homínidos. Hoy podríamos decir que los actuales humanos somos transmonos o postsimios. En este sentido, ya están apareciendo los primeros transhumanos y posthumanos del futuro. De hecho, las personas que modifican y mejoran sus cuerpos con implantes, marcapasos y prótesis, por ejemplo, son apenas el inicio del transhumanismo real.
 La especie humana ya no cambiará en el futuro por una lenta evolución biológica, sino por una nueva, rápida y directa evolución tecnológica que nos permitirá rediseñarnos a nosotros mismos. Precisamente, la gran diferencia entre nuestros ancestros animales y los humanos es que nosotros utilizamos la ciencia y la tecnología para dirigir los cambios que deseamos. La especie humana no representa el fin de nuestra evolución, sino apenas el comienzo de la evolución consciente.

 José Luis Cordeiro es el Director, Nodo Venezuela, de The Millennium Project y Profesor de Singularity University, NASA Ames, Silicon Valley, California.

sábado, 2 de mayo de 2015

"La contaminacíon ambiental daña el cerebro"

La contaminación del aire pone en peligro las estructuras del cerebro
 Un estudio revela que las partículas finas pueden reducir el volumen cerebral y aumentar en un 46% el riesgo de infarto cerebral silente
 En 2011, un estudio realizado con ratones reveló que una exposición duradera a partículas contaminantes de las denominadas “finas” (PM2,5) puede provocar cambios físicos en el cerebro, así como problemas de aprendizaje y memoria e incluso depresión. Ahora, un estudio hecho con humanos corrobora este efecto.
Las PM2,5 proceden de diversas fuentes, como los automóviles o la industria.
La contaminación del aire, incluso a niveles moderados, ha sido durante mucho tiempo reconocida como un factor de aumento del riesgo de accidente cerebrovascular. Ahora, un nuevo estudio dirigido por científicos del Beth Israel Deaconess Medical Center (BIDMC) y de la Escuela de Medicina de la Universidad de Boston (ambos en EEUU) sugiere que la exposición a largo plazo a este tipo de polución puede causar daños a las estructuras del cerebro, y afectar a la función cognitiva de adultos de mediana edad y mayores.
 Para elaborar su análisis, los investigadores estudiaron a más de 900 participantes del Framingham Heart Study, que es una investigación cardiovascular de larga duración llevada a cabo con ciudadanos de Framingham, Massachusetts. Todos ellos tenían al menos 60 años.
 El estudio evaluó asimismo la distancia a la que los participantes vivían de carreteras principales. En él se utilizaron, además, imágenes de satélite para evaluar la exposición prolongada de todos ellos a "partículas finas" presentes en su ambiente.
 Estas partículas son partículas en suspensión presentes en el aire, menores de 2.5 micras de diámetro (PM2.5); y proceden de diversas fuentes, como plantas energéticas, fábricas, camiones y automóviles o la combustión de la madera. Las PM2.5 pueden penetrar profundamente en los pulmones y, en estudios previos, ya se habían relacionado con un mayor número de hospitalizaciones por episodios cardiovasculares, como ataques cardíacos o accidentes cerebrovasculares. Sin embargo, "este es uno de los primeros estudios sobre la relación entre la contaminación del aire y la estructura del cerebro", explica Elissa Wilker, una de las autoras de la investigación, en un comunicado del BIDMC. "Nuestros hallazgos sugieren que la contaminación del aire está asociada con efectos negativos sobre el envejecimiento cerebral estructural, incluso en individuos sin demencia ni apoplejía".
Resultados obtenidos La evaluación incluyó el análisis del volumen total del cerebro, que indica el grado de atrofia cerebral asociada a la edad; del volumen del hipocampo, que refleja cambios en un área del cerebro que controla la memoria; el estudio del volumen de la sustancia blanca, que puede indicar patología y envejecimiento; y el análisis de los infartos cerebrales encubiertos (que son accidentes cerebrovasculares asintomáticos) padecidos por los participantes.
 Se constató así que un aumento de sólo 2μg (2 microgramos) por metro cúbico en las PM2.5 -una gama de partículas finas común en ciudades- se asoció con una mayor propensión a padecer infartos cerebrales encubiertos y un volumen cerebral más pequeño, equivalente a aproximadamente un año de envejecimiento del cerebro. Como promedio, los participantes que vivían en las zonas más contaminadas tenían un volumen cerebral equivalente al de una persona un año mayor, en comparación con los participantes que vivían en zonas menos contaminadas. También presentaban un 46% más de riesgo padecer accidentes cerebrovasculares silentes.
 El hallazgo es importante porque el grado de exposición a las PM2.5 estudiado entra dentro del rango observado comúnmente en las principales ciudades de Estados Unidos. También porque los accidentes cerebrovasculares silenciosos aumentan el riesgo de padecer otros accidentes cerebrovasculares y de desarrollar demencia, problemas motores. Partículas finas, pero devastadoras Se ha calculado que, cada año, en todo el mundo, mueren más de dos millones de personas como consecuencia de la contaminación del aire, provocada por la acción del hombre.
La causa principal de estas muertes sería el incremento de la presencia de partículas finas contaminantes en el aire, procedentes sobre todo de la actividad industrial y del transporte. Asimismo, se ha demostrado que las madres expuestas a la contaminación del aire por partículas finas son mucho más propensas a tener hijos con poco peso al nacer (menos de 2,5 kilos).
 En cuanto a los efectos de estas partículas sobre el cerebro, ya en 2011, una investigación realizada con ratones demostró que una exposición duradera a ellas puede provocar cambios físicos en el cerebro, así como problemas de aprendizaje y memoria e incluso depresión. 
Referencia bibliográfica:
 Elissa H. Wilker, Sarah R. Preis, Alexa S. Beiser, Philip A. Wolf, Rhoda Au, Itai Kloog, Wenyuan Li, Joel Schwartz, Petros Koutrakis, Charles DeCarli, Sudha Seshadri, and Murray A. Mittleman. Long-Term Exposure to Fine Particulate Matter, Residential Proximity to Major Roads and Measures of Brain Structure. Stroke (2015). DOI: 10.1161/STROKEAHA.114.008348.

martes, 7 de abril de 2015

"Comer grasa enloquece"

Las dietas grasas alteran el comportamiento
Un experimento con ratones vincula el microbioma intestinal con los trastornos psiquiátricos Científicos de EE.UU. han comprobado que alterar el microbioma intestinal de ratones no obesos produce alteraciones en el cerebro y en el comportamiento.
 Para ello, trasplantaron microbiota de ratones que habían sido alimentados con una dieta rica en grasas. Esto confirmaría la relación entre las alteraciones del intestino y los problemas psiquiátricos.  Las dietas ricas en grasas pueden producir trastornos psicológicos, no solo físicos.
¿Puede el consumo de alimentos grasos cambiar el comportamiento y el cerebro?
Hace tiempo que se sabe que las dietas con alto contenido en grasas aumenta el riesgo de problemas médicos, incluyendo enfermedades del corazón y derrame cerebral, pero hay una creciente preocupación sobre que las dietas altas en grasa también puedan aumentar el riesgo de depresión y otros trastornos psiquiátricos.
 Un nuevo estudio publicado en la edición actual de la revista Biological Psychiatry plantea la posibilidad de que una dieta alta en grasas produzca cambios en la salud y el comportamiento, en parte, por el cambio de la mezcla de bacterias en el intestino, también conocidas como microbioma intestinal. El microbioma humano se compone de miles de millones de microorganismos, muchos de los cuales residen en el tracto intestinal.
Estos microbiota son esenciales para el funcionamiento fisiológico normal. Sin embargo, los estudios sugieren que las alteraciones en el microbioma puede ser la base de la susceptibilidad del huésped a la enfermedad, incluyendo el deterioro neuropsiquiátrico. Esto llevó a varios investigadores de la Universidad Estatal de Louisiana (EE.UU.) a comprobar si un microbioma relacionado con la obesidad altera el comportamiento y la cognición, incluso en ausencia de obesidad.
Se alimentó a ratones adultos no obesos con una dieta normal, pero además recibieron un trasplante de microbiota intestinal de ratones donantes que habían sido alimentados con una dieta alta en grasas o con una dieta control. Los ratones receptores fueron evaluados a continuación en busca de cambios en el comportamiento y la cognición. Los animales que recibieron la microbiota modificada con una dieta alta en grasas mostraron múltiples alteraciones en el comportamiento, incluyendo aumento de la ansiedad, problemas de memoria, y conductas repetitivas.
 Además, mostraron muchos efectos perjudiciales en el cuerpo, incluyendo aumento de la permeabilidad intestinal y marcadores de inflamación. También se hicieron evidentes signos de inflamación en el cerebro, que pudieron haber contribuido a los cambios de comportamiento.
 "Este trabajo sugiere que las dietas altas en grasa perjudican la salud del cerebro, en parte, mediante la interrupción de la relación simbiótica entre los humanos y los microorganismos que ocupan nuestro sistema gastrointestinal", comenta el doctor John Krystal, editor de Biological Psychiatry, en la nota de prensa de la empresa editora, Elsevier. De hecho, estos resultados proporcionan evidencia de que los cambios inducidos por la dieta en la microbioma intestinal son suficientes para alterar la función cerebral, incluso en ausencia de obesidad.
 Esto es consistente con la investigación previa, que ha establecido una asociación entre numerosas afecciones psiquiátricas y síntomas gastrointestinales, pero por desgracia, los mecanismos por los que la microbiota intestinal afectan el comportamiento todavía no se conocen bien. Se necesita más investigación, pero estos hallazgos sugieren que el microbioma intestinal tiene el potencial de servir como una diana terapéutica para los trastornos neuropsiquiátricos. 
Referencia bibliográfica: Annadora J. Bruce-Keller, J. Michael Salbaum, Meng Luo, Eugene Blanchard, Christopher M. Taylor, David A. Welsh, Hans-Rudolf Berthoud. Obese-type Gut Microbiota Induce Neurobehavioral Changes in the Absence of Obesity. Biological Psychiatry (2015). DOI: 10.1016/j.biopsych.2014.07.012

jueves, 5 de marzo de 2015

"El picante y el Vino adelgazan"

Guindilla y vino para combatir la obesidad
 Dos estudios independientes señalan que la capsaícina y el ácido elágico, presentes en estos alimentos, pueden acelerar el metabolismo y la quema de grasas
 La capsaícina, un compuesto que se encuentra en las guindillas y otros pimientos picantes, puede ayudar a adelgazar porque estimula el metabolismo de la energía, sin necesidad de que se restrinja la ingesta de calorías, ha revelado un estudio con ratones, realizado por científicos de la Universidad de Wyoming (EEUU).
 Otra investigación independiente ha revelado que el ácido elágico presente en un tipo de uva roja también ayudaría.
Un gran porcentaje de la población mundial - un tercio de esta, según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud- sufre actualmente sobrepeso u obesidad. Y ambos problemas pueden conllevar otros trastornos para la salud, como el cáncer (se ha calculado que, en 2012, el sobrepeso y la obesidad estuvieron vinculados a 500.000 nuevos casos de cáncer en el planeta). ¿Cómo abordar el problema?
Una de las posibilidades es cambiar los hábitos de alimentación.
Pero, como esto parece complicado, sobre todo en las sociedades occidentales, los científicos se afanan por buscar alternativas.
 Entre ellas, está la planteada por investigadores de la Universidad de Wyoming (UW), en Estados Unidos. Estos afirman que la capsaícina, un compuesto que se encuentra en las guindillas y otros pimientos picantes, puede ayudar a adelgazar porque estimula el metabolismo de la energía, sin necesidad de que se restrinja la ingesta de calorías. Capsaícina quema-grasas La obesidad, explican los investigadores de la UW en un comunicado oficial, está causada por un desequilibrio entre la ingesta de calorías y la disipación de energía.
 En nuestros cuerpos, se acumulan dos tipos de grasas: la mayor parte es blanca -tejido adiposo blanco-, y se sabe que su principal función es la de almacenar energía (por ejemplo, en los michelines). La segunda grasa que acumulamos es marrón, y el cuerpo la quema para producir calor. Si seguimos una dieta altamente calórica y, al mismo tiempo, llevamos una vida sedentaria, se produce un desequilibrio en el metabolismo y se acumula más grasa blanca, lo que hace que engordemos.
 Una dieta con capsaícina podría contrarrestar este efecto, al estimular la termogénesis (generación de calor por quema de grasa). Este efecto, han demostrado experimentos de laboratorio realizados con ratones, ayudaría a prevenir y controlar la obesidad y otras complicaciones de salud relacionadas ella, como la diabetes de tipo 2, la hipertensión o las enfermedades cardiovasculares.
Otra alternativa de prevención de la obesidad recientemente planteada, en este caso por Neil Shay, bioquímico e investigador de la Universidad Estatal de Oregón, en EEUU, es beber zumo de uva roja o vino con moderación. Shay analizó en laboratorio la exposición de células hepáticas y células grasas humanas a los extractos de cuatro productos químicos naturales, que se encuentran en las uvas muscadinias, una variedad de uva de color rojo oscuro.
 De entre estas sustancias, el llamado ácido elágico, resultó particularmente potente: desaceleró drásticamente el crecimiento de las células grasas existentes y la formación de otras nuevas; e impulsó el metabolismo de los ácidos grasos en las células hepáticas.
 El primer efecto señala la posibilidad de frenar la acumulación de grasas consumiendo uva roja. El segundo, que el zumo o el vino elaborados con uvas muscadinias podría ayudar a evitar el síndrome del hígado graso, un trastorno que, si no se trata, puede ocasionar cirrosis.
 Referencia bibliográfica: Meshail Okla, Inhae Kang, Da Mi Kim, Vishnupriya Gourineni, Neil Shay, Liwei Gu, Soonkyu Chung. Ellagic acid modulates lipid accumulation in primary human adipocytes and human hepatoma Huh7 cells via discrete mechanisms. The Journal of Nutritional Biochemistry (2015). DOI: 10.1016/j.jnutbio.2014.09.010.

miércoles, 4 de marzo de 2015

"Descubren hormona que adelgaza"

Descubren una nueva hormona que adelgaza como el ejercicio físico
 También previene la diabetes, normalizando el metabolismo de la insulina Investigadores estadounidenses han descubierto una nueva hormona que actúa como el ejercicio físico: combate el aumento de peso y normaliza el metabolismo, previniendo la diabetes.
 Se trata de 'MOTS-c', que actúa sobre los tejidos musculares, en los que restaura la sensibilidad a la insulina.
 Científicos de la Universidad del Sur de California (USC, EE.UU.) han descubierto una nueva hormona que combate el aumento de peso causado por la dieta rica en grasas de Occidente y normaliza el metabolismo, efectos comúnmente asociados con el ejercicio. Las hormonas son moléculas que actúan como señales del cuerpo, desencadenando diversas respuestas fisiológicas.
 La hormona recientemente descubierta, llamada MOTS-c, se dirige principalmente a los tejidos musculares, donde restaura la sensibilidad a la insulina, contrarrestando la resistencia a la insulina inducida por la dieta, dependiente de la edad.
 "Esto representa un gran avance en la identificación de nuevos tratamientos para las enfermedades relacionadas con la edad, como la diabetes", explica Pinchas Cohen, decano de la Escuela Leonard Davis de Gerontología de la USC en Davis y autor principal de un estudio sobre la investigación, que apareció ayer en Cell Metabolism.
 Efectos
 Para probar los efectos de MOTS-c, el equipo inyectó la hormona en ratones alimentados con una dieta alta en grasas, que por lo general les hace ponerse obesos y desarrollar resistencia a la insulina. Las inyecciones no sólo suprimieron ambos efectos en ratones, sino que también invirtieron la resistencia a la insulina dependiente de la edad, una condición que precede a la diabetes.
MOTS-c es una hormona especial porque es codificada en el ADN de las mitocondrias -las "centrales eléctricas" de las células que convierten los alimentos en energía-.
Otras hormonas son codificadas en el ADN del núcleo. "Este descubrimiento arroja nueva luz sobre las mitocondrias y las coloca como reguladoras activas del metabolismo", explica Changhan Lee, profesor ayudante en la USC Davis y autor principal del estudio, en la nota de prensa de la universidad.
 Mientras que todos los experimentos con MOTS-c hasta la fecha se han realizado con ratones de laboratorio, los mecanismos moleculares que la hacen funcionar en ratones están en todos los mamíferos, incluyendo los humanos.
 La propiedad intelectual de MOTS-c ha sido licenciada a una empresa de biotecnología fundada por Cohen, y los ensayos clínicos en humanos podrían comenzar en los próximos tres años, según el investigador. Lee y Cohen colaboraron con otros colegas de la USC, así como de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) y de los Institutos Nacionales de Salud.
 Referencia bibliográfica:
 Changhan Lee, Jennifer Zeng, Brian G. Drew, Tamer Sallam, Alejandro Martin-Montalvo, Junxiang Wan, Su-Jeong Kim, Hemal Mehta, Andrea L. Hevener, Rafael de Cabo, Pinchas Cohen: The Mitochondrial-Derived Peptide MOTS-c Promotes Metabolic Homeostasis and Reduces Obesity and Insulin Resistance. Cell Metabolism (2015). DOI: 10.1016/j.cmet.2015.02.009

martes, 27 de enero de 2015

''Adios a la DBT y obesidad''


Descubren que un mecanismo insospechado puede frenar la obesidad y la diabetes
El sistema inmune del intestino controla el peso corporal Investigadores de la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica) han descubierto que un mecanismo insospechado puede frenar el desarrollo de la obesidad y de la diabetes tipo 2, tras seguir una dieta con muchas grasas.
Detrás de este mecanismo estaría el sistema inmune del intestino y, más concretamente, la ausencia de una proteína en él. El hallazgo genera un nuevo objetivo terapéutico para ambos trastornos. Investigadores de la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica) han descubierto que un mecanismo insospechado puede frenar el desarrollo de la obesidad y de la diabetes tipo 2, tras seguir una dieta con muchas grasas.
 Por primera vez, estos científicos han logrado demostrar que, como resultado de una dieta de este tipo, se puede producir la inactivación de una parte del sistema inmune del intestino (una proteína llamada MyD88), lo que permitiría a las personas perder peso y reducir la diabetes tipo 2, vinculada a la obesidad.
 Más específicamente, informa Eurekalert!, el equipo ha constatado que cuando se modifica la respuesta del sistema inmune -mediante la desactivación de dicha proteína- solo en aquellas células que cubren el intestino, se puede reducir la velocidad de desarrollo de la diabetes inducida por una dieta rica en grasas, limitar el desarrollo de tejido adiposo, reducir la inflamación dañina que causa la obesidad y fortalecer la función barrera del intestino, que evita que elementos bacterianos presentes en este pasen al resto del organismo.
 Asimismo, en su estudio, los científicos demostraron en experimentos con ratones que modificando de este modo el sistema inmune intestinal, estos bajaban de peso, incluso cuando los animales ya eran obesos y diabéticos. ¿Por qué? Los investigadores de la UCL explican que la causa de este efecto radicaría en que los ratones que no tienen la proteína MyD88 en sus intestinos consumen más energía que otros ratones obesos.
 Además, presentan una flora microbiana o microbiótica intestinal distinta. También sorprendentemente, el equipo demostró que es posible proporcionar una protección parcial contra la obesidad y la diabetes mediante la transferencia (por injerto) de las bacterias intestinales de esos ratones sin MyD88 a otros ratones axénicos (sin flora intestinal).
 Conclusiones y aplicaciones
 Los resultados obtenidos señalan, por un lado, que si se consume una dieta grasa, el sistema inmune intestinal juega un papel importante en la regulación de cómo esa grasa se almacenará en el cuerpo. Por otro lado, revelan que en el intestino se puede modificar la composición bacteriana con este tipo de dietas. Por último, los hallazgos señalarían a un nuevo objetivo terapéutico para el tratamiento de la obesidad y la diabetes de tipo 2: la proteína MyD88. Recientemente, investigadores de la Universidad Estatal de San Diego (EEUU) descubrieron un virus intestinal también vinculado con la obesidad y la diabetes, y que se cree infecta a más de la mitad de la población mundial: el crAssphage. Al igual que sucede con las bacterias, el sistema digestivo aloja una gran variedad de virus implicados en nuestra salud.
 Referencia bibliográfica: Everard A et al. Intestinal epithelial MyD88 is a sensor switching host metabolism towards obesity according to nutritional status. Nature Communications (2014). DOI: 10.1038/ncomms6648.

"El fin de la celiaquia''

La inmunoterapia oral muestra resultados prometedores contra la alergia al trigo
Consiste en administrar dosis cada vez mayores del alérgeno durante un tiempo prolongado Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid, en colaboración con el Hospital Infantil Universitario Niño Jesús, han conseguido resultados prometedores con un nuevo tratamiento para niños con alergia al trigo basado en inmunoterapia oral, que consiste en administrar de forma prolongada dosis cada vez mayores de la sustancia alérgena.
 Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid, en colaboración con el Hospital Infantil Universitario Niño Jesús -también de Madrid-, han conseguido resultados prometedores con un nuevo tratamiento para niños con alergia al trigo basado en inmunoterapia oral.
 En un estudio llevado a cabo por investigadores del Centro de Biotecnología y Genómica de Plantas —constituido por la UPM y el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria— en colaboración con el Servicio de Alergia del Niño Jesús se comprobó que la mayoría de los niños sometidos al nuevo tratamiento de inmunoterapia oral -administración prolongada de dosis crecientes de la sustancia- consiguió al final del proceso comer 100 gramos de pan de trigo sin presentar efectos adversos, superando así el peligro de la ingesta accidental al que siempre están expuestos los pacientes con esta alergia.
 Esto podría ser la base para el desarrollo de ensayos clínicos con mayor número de pacientes para evaluar el beneficio terapéutico de este nuevo enfoque en el tratamiento de este tipo de alergia, informa la UPM en una nota de prensa. A El trigo es uno de los alimentos que más frecuentemente produce alergia en los niños (alrededor de un 35% a la edad de 12 años). El tratamiento más común para este tipo de enfermedad es evitar su consumo, pero esto puede conllevar un desequilibrio nutricional debido a la edad de los menores.
 Además, tratar de no comer trigo es difícil, dado que está presente en muchos productos alimenticios y, a veces, pese a que la etiqueta pueda advertir de su presencia, se producen accidentes que pueden llegar a ser muy graves. Esto obliga a los padres a estar siempre alerta y a prohibir a sus hijos alérgicos el consumo de cualquier alimento no vigilado, lo cual supone un gran estrés social. En este contexto surgió la colaboración entre la UPM y el Niño Jesús, con el objetivo de encontrar nuevas formas de tratamiento para este tipo de alergia.
 El nuevo tratamiento se probó con seis niños con alergia a trigo. Estos pacientes se sometieron a inmunoterapia oral, que consiste en la administración prolongada de dosis crecientes de la sustancia alérgena. Cinco de los menores estudiados finalizaron con éxito el tratamiento en 24 días, y 6 meses después todos los pacientes mantuvieron buena tolerancia a 100 gramos de trigo diario.
 Referencia bibliográfica: Rodríguez del Río P, Díaz-Perales A, Sanchez-García S, Escudero C, do Santos P, Catarino M, Ibañez MD: Oral Immunotherapy in Children With IgE-Mediated Wheat Allergy: Outcome and Molecular Changes. Journal of Investigational Allergology and Clinical Immunology (2014).

domingo, 28 de diciembre de 2014

"Obesidad la cura esta cerca"


Una enzima promueve el deseo por la glucosa
 Con este hallazgo, los científicos esperan haber encontrado un posible nuevo tratamiento para la obesidad.
Nuestro deseo por la glucosa está unido de forma evidente a una proteína específica del cerebro.
 Este es el resultado de un estudio británico publicado en el "Journal of Clinical Investigation" y puede conducir a un nuevo camino hacia el tratamiento de la obesidad.
 Los investigadores del Imperial College de Londres plantearon la hipótesis de que la enzima glucocinasa podría estar implicada en la acción de promover el deseo de la glucosa.
La glucocinasa es un sensor de glucosa en el hígado y el páncreas y también está presente en el hipotálamo.
Hasta la fecha, su función sigue sin estar clara. Mediante la realización de estudios en ratas, el equipo descubrió que la actividad de la glucocinasa en el hipotálamo aumentaba considerablemente en los animales que no habían comido durante 24 horas.
 Ensayos adicionales mostraron que las ratas cuya actividad de la glucocinasa se aumentaba mediante un virus, cuando se les daba la oportunidad, consumían una cantidad considerablemente mayor de una solución de glucosa que su comida normal.
Asimismo, cuando los niveles de glucocinasa se reducían, los animales consumían menos glucosa. "Nuestros cerebros dependen en gran medida de la glucosa para obtener energía.
Sin duda, es un nutriente importante, pero en nuestro pasado evolutivo, debió ser difícil de conseguir. De modo que tenemos una preferencia arraigada por los alimentos ricos en glucosa y por su búsqueda", explicó James Gardiner, jefe del estudio.
 Los investigadores creen que un cambio en la dieta podría reducir el deseo de la glucosa. También piensan que un fármaco dirigido a esta enzima podría evitar la obesidad.

domingo, 21 de diciembre de 2014

"El Yogur reduce la Diabetes"


El yogur es el único lácteo que reduce el riesgo de padecer diabetes tipo 2 Un estudio no concluyente señala que ni la leche ni el queso producen ese beneficio
 El yogur es el único lácteo que reduce el riesgo de padecer diabetes tipo 2 (no insulinodependiente). Ni el queso, ni la leche producen ese beneficio, según un estudio realizado en Harvard (Boston, EEUU), que sin embargo matiza que aún hay que hacer ensayos aleatorios para comprobarlo fehacientemente.
 En principio, son las bacterias probióticas del yogur las que reducen el riesgo. inShare 1 Yogur turco. Imagen: Rainer Zenz. Fuente: Wikipedia. Yogur turco. Imagen: Rainer Zenz. Fuente: Wikipedia. Hasta ahora, numerosas investigaciones habían demostrado que consumir yogur ayudaba a reducir el riesgo de padecer diabetes tipo 2 (no insulino-dependiente).
 Sin embargo, se desconocía la relación que guardaba el consumo de otros tipos de lácteos con el riesgo de padecer esta enfermedad.
 Un nuevo estudio ha analizado la influencia que ejercen los lácteos –como la leche, el queso y los yogures– en la reducción del riesgo de padecer diabetes tipo 2. Según los investigadores, consumir frecuentemente yogur puede ayudar a conseguirlo, al contrario de los otros lácteos.
 Con el trabajo que se publica esta semana en la revista BMC Medicine “se desmiente la idea de que otros productos lácteos, como leche y el queso, estén relacionados con el riesgo de diabetes”, afirma a Sinc Mu Chen, investigador de la Escuela de Salud Pública de Harvard (Boston, EE.UU.).
 Para llegar a estar conclusiones, los científicos analizaron los resultados de tres estudios de cohortes que siguieron la historia y el estilo de vida de profesionales de la salud (dentistas, farmacéuticos, veterinarios, médicos, podólogos y enfermeras) con edades de entre 25 y 75 años. En total, se analizaron 194.500 personas, por lo que se considera el estudio más completo realizado hasta la fecha.
“No solo analizamos los datos de nuestras cohortes, sino que también se realizó un metaanálisis con la integración de resultados previos”, indica el líder del estudio. Durante la investigación, el equipo de científicos registró 15.156 nuevos casos de diabetes tipo 2 entre las personas de la muestra que tomaron leche, queso y yogur por separado.
 A pesar de haber consumido los diferentes lácteos, el estudio revela que el riesgo de desarrollar la diabetes persiste.
 Sin embargo, al relacionar los resultados con la edad y el índice de masa corporal (factores de riesgo de enfermedades crónicas), se encontró que solo con el consumo de 28 gramos de yogur al día se reduce un 18% el riesgo de padecerla. Investigaciones previas habían atribuido al calcio, al magnesio o a los ácidos grasos esta reducción. Pero el nuevo estudio demuestra que son las bacterias probióticas que se encuentran en el yogur las que mejoran los perfiles de grasa y el estado antioxidante en las personas con diabetes tipo 2.
 Sin embargo, el misterio no está del todo resuelto: “Un mayor consumo de yogur es beneficioso para reducir el riesgo de diabetes, pero se necesitan ensayos clínicos aleatorios para confirmarlo”, explica Chen. La diabetes tipo 2 es una enfermedad crónica que aparece cuando el cuerpo no produce suficiente insulina o cuando las células del cuerpo desarrollan resistencia a esta hormona. Cerca de 366 millones de personas padecen la enfermedad.
 Referencia bibliográfica:
 Mu Chen, Qi Sun, Edward Giovannucci, Dariush Mozaffarian, JoAnn E Manson, Walter C Willett, Frank B Hu: Dairy consumption and risk of type 2 diabetes: 3 cohorts of US adults and an updated meta-analysis. BMC Medicine (2014). DOI:10.1186/s12916-014-0215-1.

"Anticonceptivos podrían arruinar el matrimonio"

Si las mujeres escogen a sus futuros maridos en un periodo en que están tomando la píldora anticonceptiva, pueden estar poniendo en riesgo su futura satisfacción marital, señala un nuevo estudio.
 La razón es que la píldora puede alterar el atractivo que una mujer ve en un hombre, un efecto que desaparece cuando se suspende el tratamiento hormonal. Si las mujeres escogen a sus futuros maridos en un periodo en que están tomando la píldora anticonceptiva, pueden estar poniendo en riesgo su futura satisfacción marital, señala un nuevo estudio realizado en la State University de Florida (EEUU).
 La razón es que la píldora puede alterar el atractivo que una mujer ve en un hombre, señala la investigación, cuyos resultados han aparecido en Proceedings of the National Academy of Science (PNAS). Según publica la Universidad de Florida, los científicos examinaron a 18 parejas de recién casados durante un máximo de cuatro años, y en ese periodo de tiempo encuestaron regularmente a las mujeres, sobre cuestiones como su nivel de satisfacción con la relación o su uso de anticonceptivos .
 Los resultados mostraron que las mujeres que usaban anticonceptivos hormonales cuando conocieron a sus esposos respectivos experimentaron una reducción de su satisfacción marital después de interrumpir el control de la natalidad a base de hormonas.
En concreto, las mujeres pasaron a percibir como menos atractivo el aspecto facial de sus parejas. Un cambio en la percepción En otras palabras, las mujeres que dejaron de tomar anticonceptivos hormonales pasaron a sentirse menos satisfechas con su matrimonio y a juzgar a sus maridos como menos atractivos.
 Esto podría deberse a que "muchas formas de anticoncepción hormonal debilitan los procesos hormonales asociados con las preferencias por el atractivo facial", explica Michelle Russell , la autora principal del estudio.
 "En consecuencia, las mujeres que comienzan su relación cuando están consumiendo anticonceptivos hormonales y luego dejan de tomarlos pueden empezar a priorizar señales de aptitud genética, como el atractivo facial de sus maridos, en mayor grado que cuando estaban tomando anticonceptivos hormonales. En otras palabras, el atractivo de la pareja juega un papel más importante en la satisfacción de las mujeres cuando se interrumpen los anticonceptivos hormonales". ¿Efecto contrario? Por el contrario, comenzar a consumir anticonceptivos hormonales después del matrimonio no pareció tener efectos negativos ni positivos en la satisfacción de la mujer, independientemente de la apariencia de su marido.
 "La investigación proporciona información adicional sobre las posibles influencias de los anticonceptivos hormonales en las relaciones, pero es demasiado pronto para dar recomendaciones prácticas relativas a las decisiones de planificación familiar de las mujeres", concluyen los investigadores.
 Otros aspectos condicionados Otro estudio de 2009, realizado por científicos de la Universidad de Sheffield (Reino Unido), también señaló que los métodos anticonceptivos hormonales (como la píldora) podían tener un impacto no solo en la capacidad de las mujeres para elegir a sus parejas, sino también en su capacidad para competir e incluso retener al compañero escogido. Dado que los anticonceptivos hormonales alteran las fluctuaciones hormonales del ciclo menstrual -que marcan las preferencias sexuales de las mujeres-, porque esencialmente imitan las condiciones hormonales estables propias del embarazo, la atracción se ve condicionada por ellos.
 En términos generales, la ovulación está relacionada con un profundo cambio en algunas características físicas de las mujeres, en su comportamiento, y en las percepciones relacionadas con la atracción hacia la pareja. Por otro lado, se ha comprobado que los hombres notan el estado de fertilidad de la mujer, y que éstas les resultan más atractivas cuando están ovulando.
 Referencia bibliográfica:
 Michelle Russel, et al. The association between discontinuing hormonal contraceptives and wives' marital satisfaction depends on husbands' facial attractiveness. PNAS (2014). DOI: 10.1073/pnas.1414784111.

martes, 18 de noviembre de 2014

''Monoxido de carbono no tan malo''

El cuerpo necesita monóxido de carbono para combatir las bacterias
El cuerpo necesita monóxido de carbono para combatir las bacterias
Para llevar a cabo sus tareas, el sistema inmunitario innato necesita el monóxido de carbono presente de forma natural. En concreto, este gas resulta fundamental para señalizar a los macrófagos la presencia de intrusos contra los que hay que actuar, algo que descubrieron investigadores estadounidenses en un estudio publicado en “The Journal of Clinical Investigation”.
 El encargado de producir el monóxido de carbono es el gen hemo-oxigenasa 1 (HO-1). Dicho gen muestra un elevado nivel de actividad en los macrófagos que luchan contra las infecciones bacterianas, por lo que los investigadores del Beth Israel Deaconess Medical Center asumieron que el monóxido de carbono producido por él actúa como “explorador” del sistema inmunitario.
 Esta hipótesis se analizó mediante un modelo de septicemia en ratones. Se demostró que los animales en los que se bloqueaba el HO-1 mostraban una respuesta extremadamente sensible a las bacterias, además de signos habituales del síndrome de respuesta inflamatoria sistémica (SRIS). Los animales tratados con monóxido de carbono pudieron ser rescatados; obviamente, el gas potenciaba la respuesta de su sistema inmunitario.
 Las pruebas con células realizadas en laboratorio mostraron que el mecanismo de activación de los macrófagos consta de dos pasos.
La primera señal estimula la producción de monóxido de carbono en las células, que se libera posteriormente para determinar si las bacterias están o no presentes.
Si lo están, el monóxido de carbono se une a un complejo proteínico de la bacteria, forzándola a liberar adenosín trifosfato (ATP), que será detectado por un receptor especial de los macrófagos en el segundo paso de la alerta. El incremento súbito del nivel de ATP activa los macrófagos y alerta a más leucocitos para que combatan la infección.
 Según Leo E. Otterbein, autor principal del estudio, el monóxido de carbono podrá utilizarse en el futuro en dosis pequeñas y no tóxicas como defensa frente a infecciones bacterianas peligrosas. Otterbein espera poder probar esta opción en ensayos clínicos.

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viernes, 14 de noviembre de 2014

''Fumar engorda''

Se sabe que no solo el tabaquismo activo, sino también el tabaquismo pasivo, comportan muchos riesgos.
De acuerdo con un estudio estadounidense publicado en el "American Journal of Physiology: Endocrinology and Metabolism", la exposición al humo, especialmente al humo pasivo, incrementa el riesgo de ganar peso.
 Los investigadores de la Universidad Brigham Young en Provo (Utah) querían estudiar los efectos del humo de los cigarrillos sobre el metabolismo, en concreto por qué los fumadores se vuelven resistentes a la insulina.
 Para su estudio, expusieron a un grupo de ratones al humo pasivo y observaron su desarrollo metabólico.
 No solo se constató que los animales ganaron peso, sino que los científicos también pudieron clarificar el proceso a nivel celular.
Según este estudio, el humo hace que un tipo de lípido denominado ceramida altere las mitocondrias, lo que causa una alteración del funcionamiento celular normal y de la capacidad de responder a la insulina.
"Una vez que alguien se vuelve resistente a la insulina, su organismo necesita más insulina.
Y cada vez que aumenta la insulina, se sintetiza grasa en el organismo", explicaba el autor del estudio, Paul Reynolds.
 Al tratar a los ratones con un inhibidor de la ceramida, fue posible revertir este efecto.
Los animales no tuvieron problemas metabólicos ni engordaron, a menos que fueran alimentados con una dieta rica en azúcares.
Los investigadores ahora desean encontrar un inhibidor de la ceramida que sea seguro para los seres humanos.