martes, 14 de febrero de 2012

"Alimentos como se absorben"

Estás sentado en el almuerzo, engullendo tu pizza con albóndigas de carne e intentas, sin éxito, intercambiar tu naranja por la manzana de tu amigo. Cuando has terminado de comer, tomas un último trago de leche, te limpias la boca y te diriges a tu siguiente clase. En unos cuantos minutos estarás pensado en la competencia de tenis, tu trabajo de ciencias sobre o la historia de Chile -¡pensarás en todo menos en qué les está sucediendo a esa pizza y a la naranja!


Pero mientras piensas en otras cosas, tu aparato digestivo está muy ocupado funcionando -¡y estará trabajando en ese almuerzo durante varias horas y hasta varios días después (dependiendo de los tipos de alimentos que has comido)!
El aparato digestivo está formado por el tracto digestivo y otros órganos importantes. El tracto digestivo es como un túnel largo con muchas secciones y áreas distintas (piensa en un tobogán de agua). Todas las partes del tracto digestivo y estos órganos trabajan juntos para permitirte digerir, que significa obtener lo que tu organismo necesita (nutrientes y energía) de los alimentos y luego deshacerse de los desechos que quedan. Así pues, hagamos un recorrido para ver todas sus partes -¡y para averiguar que les sucede a esa pizza y a esa naranja!


Todo empieza en la boca
La digestión comienza aún antes de que comas, cuando hueles comida sabrosa, la ves o piensas en ella. La saliva empieza a formarse en la boca. Cuando comes, la saliva descompone un poco las sustancias químicas de la comida y ayuda a ablandar los alimentos para que sea fácil tragarlos. Tu lengua ayuda empujando los alimentos mientras masticas con las muelas. Cuando estás listo para tragar, la lengua empuja una parte de estos alimentos triturados, llamada bolo, hacia la parte posterior de la garganta, en dirección a la abertura del esófago, la segunda parte del tracto digestivo.


Camino hacia el estomago
El esófago es como un conducto elástico que mide unos 25 centímetros de largo. Mueve la comida desde la parte posterior de la garganta hasta el estómago. Pero también en la parte posterior de la garganta se encuentra la tráquea, que permite que el aire entre y salga de tu cuerpo. Cuando tragas una pequeña bola de comida triturada (o líquidos), una aleta especial llamada epiglotis cierra la abertura de la tráquea para asegurarse de que la comida entre en el esófago y no en la tráquea. Si alguna vez has bebido algo muy deprisa, has empezado a toser y has oído a alguien decir que el zumo "se te ha ido por el otro lado", la persona quiso decir que por error el líquido había entrado a la tráquea. Esto sucede cuando la epiglotis no tienen suficiente tiempo para cerrarse y toses involuntariamente (sin pensar en ello) para despejar la tráquea.
Una vez que la comida ha entrado en el esófago, no va directamente al estómago. En cambio, los músculos de las paredes del esófago se mueven haciendo ondas para hacer bajar lentamente el alimento por el esófago. Esto dura 2 ó 3 segundos. Así pues, ahora que la pizza y la naranja han sido trituradas en pequeñas bolitas, te las has tragado y han bajado por el esófago, ¡es hora de que vean un poco más de acción -en el estómago!

Nos vemos en el estómago


Unido al extremo del esófago está el estómago, un "saco" elástico con la forma de la letra "j". El estómago es como una batidora, que mezcla y tritura las pequeñas bolitas de alimento que llegan del esófago en trozos cada vez más pequeños. Esto lo hace con la ayuda de los fuertes músculos de las paredes del estómago y los jugos gástricos que también provienen de las paredes del estómago. Estos jugos gástricos ayudan a fragmentar los alimentos y a hacer una especie de mezcla líquida en el estómago. También ayudan a destruir las bacterias que podría llevar la comida. El estómago tarda unas 4 horas en hacer esta tarea completamente y tener la mezcla lista para la siguiente parte del tracto digestivo.



Bueno ahora la pizza y la naranja son una mezcla líquida -¡que en nada se parece a cuando estaban en la bandeja de la cafetería! Si eres como muchos niños, seguramente has tenido la mala suerte de ver qué aspecto tiene esa mezcla líquida: es de lo que está hecho el vómito. Si una persona ingiere alimentos con muchas bacterias o si el estómago se irrita con un virus u otro germen, el estómago dice: "Eh, ¡está comida no pasa de aquí!" Entonces los músculos del estómago se contraen para empujar la comida en la dirección de la que vino -a través del esófago y la boca.
Por suerte, sin embargo, la mezcla líquida casi siempre va por buen camino. Cuando ha terminado el trabajo del estómago, los músculos trabajan juntos para empujar la mezcla poco a poco hacia otra parte del tracto digestivo llamado intestino delgado.


Recorrido por 6 metros, no son poca cosa
El intestino delgado es un tubo largo de 4 a 5 centímetros de ancho, encajado debajo del estómago. Si estiraras tu intestino delgado, mediría unos 6 metros de largo -esto es como 22 cuadernos alineados uno al lado de otro. El intestino delgado tiene la importante tarea de descomponer la mezcla de alimentos para que tu cuerpo pueda absorber todos los nutrientes que necesita de la comida -vitaminas, minerales, proteínas, carbohidratos y grasas. La albóndiga de carne que lleva tu pizza está llena de proteínas, pero sólo el intestino delgado puede obtenerlas para ti -esa carne no va directamente a los tejidos del cuerpo para darte energía.


Pero el intestino delgado no puede descomponer los nutrientes por sí solo -recibe ayuda de las otras tres partes del aparato digestivo. Estas partes son el páncreas, el hígado y la vesícula biliar. Éstas no forman parte del tracto digestivo sino que ayudan a completar el aparato digestivo. ¿Cómo? Pues enviando distintos jugos a la primera parte del intestino delgado. Estos jugos ayudan a digerir los alimentos y permiten que el cuerpo absorba sus nutrientes. El páncreas fabrica los jugos que ayudan al organismo a digerir las grasas y las proteínas. Un jugo del hígado llamado bilis ayuda a que el torrente se absorban las grasas hacia el torrente sanguíneo. Y la vesícula biliar es como un almacén de bilis, guardando a cantidades adicionales para cuando el cuerpo las necesita.
En la parte superior del intestino delgado, la mezcla líquida de alimentos se combina con los jugos del páncreas y el hígado. Después de toda esta mezcla de jugos, la mezcla es ahora muy fina y líquida. Se mueve hacia la parte inferior del intestino delgado, donde se descompone aún más. Cuando está casi al final del recorrido por el intestino delgado (¡un viaje que puede durar 4 horas de principio a fin!), los nutrientes de la comida pueden pasar finalmente a través de la pared del intestino delgado y llegar a la sangre. Así que ahora esa pizza y la naranja pueden ser utilizadas por el cuerpo: los carbohidratos complejos de la corteza de la pizza, la vitamina C de la naranja, la proteína de la carne y muchos otros nutrientes que te mantendrán sano. Una vez que los nutrientes han entrado en tu sangre, ésta los lleva al siguiente punto de control: el hígado.


Quiere a tu hígado
El hígado es uno de los órganos más grandes del cuerpo, situado en la parte derecha de tu cuerpo cerca del tracto digestivo. Además de fabricar bilis, que ayuda a la digestión, el hígado es el primer lugar al que se dirigen los nutrientes de los alimentos. La sangre los lleva directamente allí antes de ir a cualquier otro sitio y es por una buena razón: el hígado procesa los nutrientes filtrando cualquier sustancia nociva o desecho. Además, se encarga de convertir parte de estos desechos en más bilis, que va al intestino delgado para ayudar con la digestión o a la vesícula biliar para ser almacenada.


¡El hígado incluso sabe cuántos nutrientes irán al resto del cuerpo y cuántos se quedarán atrás como reserva! (Por ejemplo, el hígado almacena ciertas vitaminas y un tipo de azúcar que el cuerpo emplea para obtener energía.)
Una vez que todo ha sido inspeccionado por el hígado, éste da el visto bueno y los nutrientes pueden ser transportados por la sangre al resto del cuerpo.


Ese sí que es un intestino grueso
El intestino grueso es más grueso que el intestino delgado, mide de 7,6 a 10 centímetros de ancho y es casi la última parada en el tracto digestivo. Igual que el intestino pequeño, está plegado en el cuerpo, y si lo estiráramos mediría aproximadamente 1,5 metros de largo. El intestino grueso tiene un pequeño conducto con un extremo cerrado que sobresale y que recibe el nombre de apéndice. Aunque el apéndice forma parte del tracto digestivo, no hace absolutamente nada. Los científicos creen que el apéndice podría haber sido una parte útil en el tracto digestivo hace millones de años.
Después de que casi todos los nutrientes de la mezcla líquida de alimentos hayan sido absorbidos en el intestino delgado, aún habrá ciertas partes de la pizza y la naranja que tu cuerpo no podrá utilizar. Los desechos restantes pasan al intestino grueso para empezar un largo recorrido que finalizará con su expulsión del cuerpo. De camino, pasará por el colon, la parte del intestino grueso donde la mayoría del agua (y algunos minerales) que quedan en la mezcla líquida son absorbidos por la sangre. Cuando el agua deja la mezcla, los desechos que quedan se endurecen cada vez más mientras se mueven hasta acabar por hacerse sólidos.
Cuando esta masa sólida llega al final del intestino, podría llevar varios días en tu cuerpo. La cantidad de tiempo que pasan estos desechos en este intestino grueso depende del tipo de alimento ingerido y de cómo trabaja el cuerpo de la persona. El intestino grueso empuja los desechos hasta el recto, la última parada del tracto digestivo. Los desechos sólidos permanecen aquí hasta que estás listo para ir al baño. Cuando vas al baño, estás eliminando los desechos por el ano. Todo lo que tu cuerpo necesita de la pizza y la naranja ya ha sido extraído por las distintas partes de tu aparato digestivo y lo que queda es lo que tu cuerpo expulsa.


Comprende a ese aparato digestivo
El aparato digestivo es una gran parte de tu cuerpo: tritura y mezcla los alimentos, fabrica sustancias químicas para descomponerlos para que tu organismo pueda utilizar los nutrientes, filtra las sustancias peligrosas, e incluso deja que el cuerpo elimine los desechos. Debes mantener tu aparato digestivo en buena forma ingiriendo muchos alimentos sanos y bebiendo agua. Los alimentos grasos o grasosos tipo la mayoría de los snacks pueden ser difíciles de digerir, así que intenta ingerirlos con moderación (esto significa que debes comerlos sólo muy de vez en cuando y no comer mucho de una sola vez).
Intenta también facilitar las deposiciones comiendo frutas, verduras y pan y cereales con fibra -éstos ayudan a que los sólidos se acumulen en el intestino grueso y puedan ser expulsados. Cuida de tu aparato digestivo ¡y te sentirás bien!

Fuente: Medline

1 comentario:

  1. arandy abril luna rodriguez16 de diciembre de 2013, 19:50

    purita verdad eeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee jejejejejejejeejej usted si sabe

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