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sábado, 30 de enero de 2010

la gimnasia no hace bajar de peso


Por qué el ejercicio no le hace perder peso?
Una investigación de The British Journal of Sports Medicine reveló que ir al gimnasio no siempre ayuda a adelgazar.

La Nación

Cristóbal Ramirez / Diario El País

MADRID.- Todo el mundo sabe de alguien así. Esa persona que va desde hace meses a hacer footing por el parque y está motivada. Presume de ello y de machacarse cada día 20 minutos a un ritmo frenético. Correr, correr. Luego, una bebida de limón para recuperar la energía y a casa. Y los fines de semana, relax: alguna cerveza y alguna cena que le deja embotado. Tampoco nada exagerado. El lunes, cargo de conciencia. Sigue con esos muslos, esa tripa y esos brazos de buen ver. No lo entiende. "¿Por qué, si hago ejercicio?", piensa. Pongámosle un nombre a ese alguien que representa a parte de la población: Raúl.

La culpa de que no adelgace puede ser suya. Aunque sude a diario. Uno de los reveses a las creencias de toda la vida: The British Journal of Sports Medicine publicó el pasado mes de septiembre un estudio titulado "¿Por qué el ejercicio no te hace perder peso?". Investigadores de Queensland University of Technology estudiaron a 58 personas obesas que completaron 12 semanas de entrenamiento aeróbico supervisado sin cambiar sus dietas. Casi la mitad de los participantes no logró la pérdida de peso que los investigadores esperaban. ¿La multimillonaria industria del fitness, esa que mueve al orbe hacia cuerpos perfectos, en cuarentena?

Científicos de la University of Colorado School of Medicine (Denver) reclutaron a varios grupos de personas: algunos deportistas delgados, pero fuertes; otros sedentarios, pero delgados; otros sedentarios y obesos. La protagonista fue una habitación llamada calorímetro, donde se miden las calorías que una persona quema. Cada grupo pasó 24 horas en una cinta. Luego, 24 horas quieto en el calorímetro. Luego, otras 24 horas que incluían una hora en bici estática. Los investigadores descubrieron que ninguno de los grupos experimentó afterburn (cuando el metabolismo, después del ejercicio, sigue eliminando grasa). Y tampoco quemaron gramos el día del ejercicio.

La ecuación gimnasio igual a pérdida de peso no es tan sencilla como siempre ha parecido. ¿Cuántas calorías se queman en una sesión prototípica de ejercicio? Melanson, el director del anterior trabajo, lo develó al periódico inglés The Independent: entre 200 y 300 calorías. Una cantidad que se recupera con una bebida energética. "No es que el ejercicio no queme grasa, sino que reemplazamos las calorías". Y entonces, ¿a abrazar la holgazanería? Para nada. Sólo que si no se ha sudado lo suficiente, la bebida energética acabará colocando gramos en el cuerpo.

Raúl debería hacérselo mirar. Cuando corre, fuerza su cuerpo, de la misma ansiedad que tiene por adelgazar. "Es un error muy extendido hacer eso para perder grasa", apunta José López Chicharro, fisiólogo y profesor de la Universidad Complutense de Madrid. "Y, además, hace que mucha gente abandone los planes de deporte, ya que se sienten cansados. Si nuestro objetivo es perder grasa, debemos trabajar más tiempo cada día y con una intensidad moderada. Es decir, debe primar el volumen a la intensidad". Todo esto tendrá un resultado, apunta Marcos Flórez, director de Estar en Forma, una empresa de entrenadores personales: "Así, con el tiempo, seremos más resistentes y nuestro cuerpo usará la grasa como fuente de energía".

Así que Raúl va mal. Sí, ya, pero ¿cuánto tiempo tendrá que estar moviéndose para que esos kilos se desprendan de su cuerpo? Flórez apunta que deben ser unos 45 o 50 minutos, tres o cuatro veces a la semana. Mejor por la mañana temprano, para favorecer los niveles altos de ácidos grasos libres, y tomar una taza de café 45 minutos antes de ponerse en marcha. Es bueno evitar comer justo después del ejercicio para potenciar la pérdida de peso (el efecto afterburn).

Este entrenador personal aporta una rutina de trabajo: calentamiento, ejercicios cardiovasculares, trabajar la zona media (cintura, abdominales, piernas, gemelos) y la superior (como los pectorales, los dorsales, los hombros, los bíceps y los tríceps) y un final, de nuevo, cardiovascular.

Raúl se está agobiando. Tranquilidad. Cuando haga sus deberes de forma correcta, empezará a conocer su cuerpo y a encontrar cuál es su punto ideal de intensidad, argumenta Flórez. Pero Raúl se preocupa por sus redondeces. ¿Le costará disminuir las partes del cuerpo donde se le concentra la grasa? ¡Uf! "Cuesta disminuir esas partes porque no consumimos la grasa subcutánea cercana al músculo que se trabaja en cada ejercicio", revela López Chicharro. "Si hacemos abdominales, no quemamos específicamente la grasa de los michelines. Lo hacemos de toda la del organismo". Lo complicado es reducir glúteos y caderas en las mujeres. O tripa en los hombres. Una creencia común es que una hora de ejercicio justifica una comilona. Se sobrevaloran las calorías que podemos perder. En la consulta de López Chicharro se presentó hace poco un paciente desesperado. Hacía una hora de spinning (ejercicio con bicicleta estática) todos los días, con lo que quemaba unas 300 calorías. Lo que se callaba era que luego desayunaba dos cruasanes (cada uno, otras 300 calorías), así que no hacía más que acumular grasa.

"La gente no piensa a largo plazo", se queja el fisiólogo. "Si no estamos convencidos de que hemos de comer de una determinada manera el resto de nuestra vida, estaremos siempre luchando con la báscula, y poco a poco, con el paso de los años, aumentaremos el peso. Conforme nos hacemos mayores, las células pierden actividad y tenemos que ingerir menos calorías si queremos mantener la forma".

Eso no quiere decir ponerse a régimen. Dice Emma Ruiz, nutricionista de la Fundación Española de la Nutrición, que la palabra mágica es equilibrio. Todo el mundo lo sabe, pero Ruiz lo recuerda: "Comer todos los grupos de alimentos, beber abundante líquido y hacer de tres a cinco comidas al día poco copiosas. Más fruta y verdura que carne. No abusar de grasas, embutidos y bollería industrial. Un hombre de entre 20 y 30 años tiene un gasto energético diario de 3.000 kilocalorías, así que tendrá que consumir menos de lo que gasta para no engordar". Comer y moverse con cabeza. Raúl ya tiene deberes.

viernes, 13 de noviembre de 2009

ANEMIA QUE COMO?

Sección Anemia

Curiosamente, en la sociedad del despilfarro en la que vivimos está aumentando la incidencia de enfermedades carenciales, entre otras las de varios tipos de anemias que tienen que ver con la mala alimentación.

Porque aunque se hable tanto de la dieta mediterránea, el hecho es que cada vez se come peor, como lo prueba el creciente número de obesos y el hallazgo cada vez más frecuente de anemias, especialmente en ancianos y adolescentes.

La verdad es que hablar de anemia es tan vago y general como hablar de las nubes. La anemia es simplemente una disminución de las células rojas de la sangre -los hematíes o eritrocitos- y hay muchas causas que pueden hacer que la sangre pierda glóbulos rojos. Desde un tumor a una úlcera de estómago, unas simples hemorroides o unas reglas abundante en la mujer, entre otras muchas. Debilidad, cansancio, palidez de piel, falta de apetito y palpitaciones son síntomas comunes de las anemias aunque otras muchas enfermedades pueden producirlos. Por eso debe ser siempre el médico el que nos diga que esos signos corresponden a una alteración anémica.

Los Hematíes

Las células rojas de la sangre, a través del pigmento que les da color y nombre, la hemoglobina, tiene la función de transportar oxígeno a todas las células de nuestro organismo. Y la hemoglobina es una proteína que tiene hierro en su composición por lo que dicho mineral es fundamental para que pueda ejercer su función. De ahí que cuando la cantidad de hierro es baja, bien porque no se toma suficiente con la dieta, bien porque se pierde por hemorragias leves continuadas o agudas, aparecen los síntomas derivados de la falta de oxigenación celular: cansancio, falta de fuerza y, en grado más severo, vértigos y palpitaciones.

Pero la falta de hierro no es la única causa de la anemia. En el complejo sistema de fabricación y utilización de los hematíes hay una serie de sustancias de capital importancia. Concretamente, la falta de ácido fólico y vitamina B12 -que nuestro organismo no es capaz de sintetizar- es causa de otro tipo de anemias, las macrocíticas, que se caracterizan porque los pocos hematíes que se producen son de gran tamaño y mala función.



Anemias y Alimentación

Realmente las anemias por falta de hierro o de aporte vitamínico son mas bien raras ya que las cantidades que se precisan de esos elementos esenciales son mínimas. Y es preocupante que haya tantos casos porque eso demuestra los malos hábitos de alimentación que nuestra sociedad va adquiriendo. Es notable, por ejemplo, comprobar la existencia de anemia por falta de ácido fólico y de vitamina C (importante en los procesos de absorción y metabolismo del hierro) que se dan en las personas mayores que viven solas y llevan una dieta casi exclusivamente a base de conservas.

En suma, para prevenir las anemias es fundamental asegurarse de que nuestra dieta es rica en hierro y vitaminas.



Las edades Conflictivas

Hay épocas de la vida en que las necesidades de hierro aumentan y, por tanto, es preciso aumentar los aportes no sólo de ese metal sino de las vitaminas y oligoelementos necesarios para su absorción y elaboración en el organismo.

En el embarazo los requerimientos de hierro aumentan casi al triple por la necesidad de aporte de sangre materna al feto que hace que lo de "comer por dos" sea en este caso real, al menos en los que se refiere al hierro y los alimentos que lo contienen.
Durante la primera infancia, en que el niño triplica su peso en el primer año y lleva una alimentación casi completamente láctea, se presentan anemias por falta de hierro en casi una cuarta parte de los casos, especialmente al final de la etapa en que la alimentación a base de leche y cereales no está suficientemente compensada por el aporte de carne y verduras.

La adolescencia, sobre todo en la época del "estirón", es otro memento conflictivo, especialmente si el joven es consumidor de chuches y comida basura.

En cambio, las anemias de la menopausia en general suelen presentarse en relación con dietas para intentar compensar el aumento de peso que acompaña a esa etapa de la vida. En la tercera edad son muy frecuentes las anemias que suelen generalmente deberse a problemas digestivos, insuficiencias renales o alteraciones de la médula ósea así como una alimentación en general pobre en proteínas de origen animal y verduras.
También se han descrito anemias de este tipo en vegetarianos puros, cuya ingesta de hierro y vitamina B12 es a veces prácticamente inexistente.

Cabe añadir respecto a las anemias carenciales que hay una serie de grupos de edad que, por el aumento de sus necesidades de hierro y proteínas, son más vulnerables: las madres gestantes y los niños en edad preescolar. El resto de grupos de edad de riesgo lo es más por sus malos hábitos nutricionales y por factores que poco tienen que ver con la alimentación aunque estén relacionados con ésta, como sucede en los ancianos.



Los Alimentos Adecuados

La alimentación equilibrada es siempre adecuada pero en la prevención y tratamiento de las anemias por falta de hierro o vitamina B12 es fundamental. Y una alimentación equilibrada debe llevar proteínas -también son necesarias las de origen animal y en estos casos más- vitaminas y minerales.

Los alimentos ricos en hierro, aparte de las carnes rojas y especialmente el hígado -con su sabroso derivado, el foi-gras- son los pescados azules (especialmente la humilde sardina cuyo único "problema" es que es barata) y algunos mariscos como el berberecho y el mejillón (también son baratos).

Las legumbres y la famosa espinaca de Popeye aportan hierro pero en mucha menor cantidad por lo que van bien para equilibrar una dieta normal y reforzar las proteínas de origen animal cuando hay que afrontar el problema de una anemia.
En el reino vegetal también son buenos proveedores de hierro el tofu de soja y el chocolate.

Uno de los grandes desconocidos de la alimentación -tal vez porque apenas se comercializa- es la ortiga. A pesar de mala fama que goza por sus pelos urticantes es una verdura de exquisito sabor -cocida o en tortilla-, muy rica en hierro, vitaminas y oligoelementos. Y una vez cocida no produce reacciones.



Prevenir las Anemias

Independientemente de otras causas de anemia, las carenciales son muy fáciles de prevenir ya que son pequeñas las cantidades diarias de hierro y vitaminas que se precisan para tener una buena calidad de sangre y nuestro organismo tiene depósitos de reserva que habitualmente son suficientes para compensar las pequeñas pérdidas de todos los días.

Por otro lado, el conocimiento actual del problema ha puesto en marcha a las organizaciones comerciales y ya las harinas destinadas a la alimentación en la primera infancia vienen reforzadas con hierro y vitaminas así como gran parte de los productos de consumo en edad preescolar.

En las otras edades de riesgo (embarazo, lactancia, adolescencia y tercera edad), sin embargo, la cosa no está tan organizada y depende mucho más de la propia persona. A esas edades una alimentación equilibrada con carnes, verduras, suplementos -como las algas marinas, ricas en vitamina B12 y ácido fólico-, la levadura de cerveza y el mencionado tofu de soja pueden ayudar a prevenir y a corregir, si ha aparecido, una anemia carencial.



Un Poco de Naturismo

Es útil saber también que el aporte de vitamina B12 y ácido fólico puede conseguirse igualmente tomando una infusión de angélica después de cada comida. También son adecuadas las infusiones de romero, ortiga y berro.

Maurice Mességué, el famoso naturista francés, aconseja por su parte zumo fresco de espinacas al que se puede mezclar el de zanahoria, ortiga y rábano blanco.

En cuanto a los frutos cítricos, ricos en vitamina C, ayudan a la absorción del hierro en los tramos altos del aparato digestivo.
Conviene recordar, por último, que no se deben tomar alimentos ricos en hierro junto a los que tengan mucho calcio ya que éste dificulta la absorción del hierro.

Y, sobre todo, entienda que el mejor seguro para una vida saludable es hacer una alimentación equilibrada y variada.

martes, 10 de noviembre de 2009

CONSEJOS PARA BAJAR DE PESO


Bajar de Peso
Si tu objetivo es bajar de peso pero no quieres someterte a las estrictas normas de una dieta de adelgazamiento, siguiendo las normas que te damos a continuación, bajarás de peso de forma saludable.

CONSEJOS
Leche. La leche se tomará siempre desnatada. Se recomienda medio litro diario. Un vaso de 200 cc. se puede sustituir por dos yogures naturales desnatados.


Fruta. Se tomarán dos o tres piezas al dí­a. Siempre frescas o crudas pero no en compota ni otra preparación.

Pan. Engorda lo mismo la miga que la corteza, los colines, el pan tostado, el integral. Todos engordan igual. Se tomará el integral porque lleva fibra y puede producir sensación de mas saciedad.

Caldos y consomés. Siempre y cuando estén desgrasados, tienen muy pocas calorí­as y se puede tomar la cantidad que se desee.

Carnes. El pollo se tomará sin piel. La ternera, solo la parte magra. Carnes rojas, solamente cuatro veces al mes. Prohibidos todos los embutidos, la carne de cordero y el cerdo con grasas, prohibidas.

Pescado. Se intentará tomar solo pescado blanco. Si se toma pescado azúl, deberá tener en cuenta que, en estas dietas, 150 gr. de pescado blanco equivalen a 100 gr. de pescado azul.

Huevos. Máximo 4 a la semana.

Verduras. Ingerir, al menos, una vez al dí­a en ensalada.

Aceite. Aunque se pueden utilizar todos, se recomienda el aceite de oliva.

Azúcar. Para endulzar, utilice sacarina que no tiene calorí­as. El sorbitol o la fructosa aportan las mismas calorí­as que el azúcar. Evite los alimentos light que contengan sorbitol o fructosa.

Bebidas. Agua, te, infusiones, cafe solo. Nunca cerveza, ni siquiera sin alcohol.

ALGUNAS EQUIVALENCIAS A TENER EN CUENTA
Tienen la misma cantidad de calorí­as:

300 gr. de lechuga, escarola, pepino, tomate, acelgas, espinacas, esparragos.

200 gr. judí­as verdes.

150 gr. zanahoria, cebolla, alcachofa.

200 gr. melón, sandí­a.

120 gr. naranja, mandarina, manzana, pera, melocotón, fresas, limón.

60 gr. de uva, plátano, cereza, higo.

Tienen la misma cantidad de calorí­as:

100 gr. patata.

40 gr. pan.

100 gr. garbanzos cocidos, judí­as, lentejas.

100 gr. arroz.

Tienen la misma cantidad de calorí­as:

200 cc. de leche desnatada.

2 yogures naturales desnatados.

Tienen la misma cantidad de calorías:

100 gr. de carne de pollo, tenera, conejo, pescado azul, queso fresco.

120 gr. merluza, pescadilla, gallo, lenguado, mero, trucha gambas, mejillones.

50 gr. jamón sin tocino.

2 huevos.

Tienen la misma cantidad de calorias:

10 gr. de aceite de oliva.

50 gr. aceitunas.

20 gr. almendras, avellanas, nueces.

Teniendo en cuenta las anteriores equivalencias calóricas, podemos empezar a confeccionar nuestro menu, por tanto, si un dí­a, en el desayuno, tomamos”200 cc de leche desnatada”, esta se puede sustituir por “2 yogures desnatados naturales”.

Otro ejemplo:

Comida. Primer plato: 300 gr. de acelgas….. según las tablas anteriores las podremos sustituir por 200 de judí­as verdes o por 150 de alcachofas.

Con estos datos, podremos tener menús de lo mas variado que nos ayudaran a bajar de peso

jueves, 29 de octubre de 2009

Como bajar de peso sin morir en el intento

Hechos Sobre La Pérdida de Peso:




Los Alimentos Bajos En Grasas NO FUNCIONAN.



No puedes perder peso recurriendo a Las Dietas Bajas en Grasas. Los alimentos bajos en grasas han sido populares durante más de 15 años, pero nuestra sociedad está incrementando su sobrepeso cada año que pasa. Este sólo hecho debería decirte que ingerir un menú rigurosamente bajo en grasas no es la respuesta para perder peso.



Las Dietas Bajas En Calorías NO FUNCIONAN.



Tampoco perderás peso usando un Plan Dietético Bajo En Calorías. De hecho, comer pocas calorías es lo peor que puedes hacerle a tu cuerpo, porque solamente harás más lento el motor de quemar grasa y arruinarás las posibilidades de perder peso (con las dietas bajas en calorías puedes perder unos cuantos kilos de peso en los primeros días, pero después de eso toda la pérdida de peso se detendrá -- conocido como un estancamiento en las dietas). Nunca podrás estar delgado matándote de hambre.









Los Planes Bajos En Carbohidratos NO FUNCIONAN.



Probablemente encontrarás muy difícil adelgazar usando un Plan de Dieta Bajo en Carbohidratos. Las dietas bajas en carbohidratos se han vuelto muy populares en los últimos dos años, pero el problema con los menús bajos en carbohidratos es que son muy estrictos y MUY DIFÍCILES DE SEGUIR para la gente promedio. Los menús bajos en carbohidratos tienden a robarle mucha energía a tu cuerpo (carbohidratos) y hacen casi imposible permanecer en el programa durante mucho tiempo. Esta es la razón de porque muchas de las personas que elijen seguir esta dieta encuentran difícil seguir un menú estrictamente bajo en carbohidratos.





1.- Nunca Intentes Una Dieta Muy Brusca Y Rápida



Cuando pierdes peso muy rápidamente tu cuerpo comúnmente solo pierde glicógeno (carbohidratos) y agua, no grasa. Tu cuerpo piensa que esta pasando hambre por lo disminuye su ritmo metabólico, lo que hace mas difícil a tu cuerpo quemar cada caloría. Luego cuando comienzas a comer normalmente otra vez tu cuerpo guarda mucha mas comida en las células grasas en caso de otra “dificultad”



2.-Sustituye Las Comidas En Vez De Eliminarlas De Tu Dieta



Muchas gente piensa que hacer una dieta o reducir las grasas sugiere eliminar algunos alimentos. Puede ser de gran ayuda comprar alimentos bajos en grasas, puedes encontrar algo que te gusta y que es mejor que el original, la clave esta en hacer cambios sustanciales. Por ejemplo si no puedes vivir sin una tortilla, tratar de eliminarla no será el mejor remedio. Haz el cambio a una tortilla baja en calorías y reducida en grasas, es un cambio notable.



3.-Piensa En Lo Que Bebes



Elimina las sodas de tu dieta completamente, podrás eliminar 360 calorías a tu consumo cada día. Aun las sodas dietéticas, jugos de fruta y la leche entera adhieren calorías innecesarias a tu consumo diario, en vez de eso. Bebe mucha agua y prueba la leche descremada o la leche de soya, las pequeñas cosas pueden hacer la diferencia.



4.-Muévete Mucho



Levantarte temprano, caminar por la casa y ejercitar puede eliminar las calorías que deseas cortar. Hay obviamente muchas oportunidades de ser atlético y activo, si te interesa, puedes caminar a la escuela, ir en bicicleta al trabajo, subir y bajar escaleras y antes de la ducha da una vuelta a la manzana.



Se recomiendan 30-45 minutos de actividad aeróbica 3 a 5 veces por semana, pero si tu solo puedes caminar alrededor de tu casa antes de dormir, es un buen comienzo, cualquier cosa es mejor que nada.



5.-Comienza Lentamente



Comienza tu dieta gradualmente si es posible. Muchos programas de dieta no le dan importancia a este punto. Recuerda que pequeños cambios son mas fáciles de lograr que aquellos muy drásticos. Comienza eliminando pequeñas porciones en tus comidas y bebiendo agua en vez de sodas. Los pequeños cambios de comportamiento que vas adquiriendo serán mas fácil de mantener durante los anos y no solo por semanas.



6.-No Comas De Sobremanera



Si ya estas satisfecho, deja de comer. No es necesario comer hasta que tu estomago este apunto de estallar, también ten en mente siempre que los nutrientes toman mucho tiempo en lograr circular por el torrente sanguíneo y la señal de satisfacción tarda en llegar a tu cerebro aproximadamente 20 minutos. Comer lentamente puede ser de gran ayuda, así le darás a tu cuerpo la opción de reconocer que esta satisfecho a tiempo.



7.-Trata De No Desterrar Ciertas Comidas



No te digas a ti mismo que no nunca mas probaras alguna comida otra vez, por que inmediatamente la estarás deseando. La gente necesita comer grasas para mantenerse saludable, solo asegúrate que las comes con moderación y trata de balancear la comida grasa talvez comiéndola por la mañana, solo piensa: “se que puedo comerla, pero realmente debo hacerlo?”



8.-Mantén La Dieta Por Mucho Tiempo



Las dietas rápidas y las rutinas de ejercicios insustanciales no te ayudaran a perder peso por mucho tiempo. Necesitas concentrarte en metas realistas, modificar tu comportamiento por el que puedas mantener por anos y no por semanas.



Por ejemplo, digamos que una persona necesita perder 8 kilos y esta persona come las mismas calorías que quema durante el día, si la persona sacrifica una comida diaria en el transcurso de 6 meses podrá eliminar el peso deseado sin hacer grandes esfuerzos. Medio kilo de grasa en tu cuerpo representa 3500 calorías guardadas.



Pequenos cambios pueden marcar la diferencia.


February 25, 2008 by Mabel Araya