Mostrando entradas con la etiqueta cancer claves alimentos antioxidantes prevencion medicos oftalmologos consultorios medicos en palermo consultorios oftalmologicos en palermo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta cancer claves alimentos antioxidantes prevencion medicos oftalmologos consultorios medicos en palermo consultorios oftalmologicos en palermo. Mostrar todas las entradas

martes, 27 de marzo de 2012

"Aspirina previene el cáncer"


21 MAR 12 | Reduce el riesgo de muerte a largo plazo
Una aspirina al día puede mantener controlado el cáncer
Se necesitan más estudios sobre la aspirina como posible tratamiento para el cáncer en pacientes cuya enfermedad aún no se ha diseminado.

Reuters

Por Kate Kelland

LONDRES (Reuters) - Tres nuevos estudios publicados el miércoles se sumaron a la creciente evidencia científica que sugiere que tomar una dosis diaria de aspirina puede ayudar a prevenir, y posiblemente tratar, el cáncer.

Investigaciones previas hallaron que una aspirina al día reduce el riesgo de muerte por cáncer a largo plazo, pero hasta ahora eran inciertos los efectos a más corto plazo, al igual que el potencial de la medicina en pacientes ya diagnosticados con la enfermedad.

Los nuevos estudios, dirigidos por Peter Rothwell de la Oxford University de Gran Bretaña, hallaron que la aspirina también tiene un beneficio a corto plazo en la prevención del cáncer, y que eso disminuye entre un 40 y un 50 por ciento la probabilidad de que los tumores se expandan a otros órganos.

"Estos resultados se suman a la recomendación de usar aspirina para prevenir el cáncer, particularmente si las personas corren mayor riesgo", dijo Rothwell.

"Quizá lo más importante es que, además, elevan la posibilidad de que la aspirina sea efectiva como tratamiento adicional contra el cáncer, para prevenir la expansión de la enfermedad (a órganos) distantes", añadió.

Esto es muy importante porque es ese proceso de "metástasis", lo que suele provocar la muerte de las personas con la enfermedad, explicó el experto.

La aspirina, originalmente desarrollada por Bayer, es un medicamento económico de venta libre generalmente usado para combatir los dolores corporales o reducir la fiebre.

El fármaco disminuye el riesgo de que se formen coágulos en los vasos sanguíneos, por lo que protege contra los ataques cardíacos y los accidentes cerebrovasculares (ACV). Por ello, suele recetarse a las personas que ya padecen enfermedad cardíaca y han sufrido uno o más infartos.

La aspirina también aumenta el riesgo de sangrado estomacal en un paciente cada 1.000 al año, un factor que ha generado un fuerte debate sobre si los médicos deberían aconsejar a los pacientes a tomarla tan regularmente como una vez por día.

El año pasado, un estudio de investigadores británicos cuestionó el uso diario de aspirina para reducir el riesgo de muerte prematura por ataque cardíaco o ACV dado que señalaron que el aumento del riesgo de hemorragia interna superaba el posible beneficio.

Otros estudios -incluidos algunos de Rothwell del 2007, 2010 y 2011- hallaron que una aspirina al día, incluso en una dosis baja de alrededor de 75 miligramos, disminuye el riesgo a largo plazo de desarrollar ciertos cánceres, sobre todo de vejiga y esófago, aunque los efectos no aparecen hasta ocho o 10 años después de comenzar el tratamiento.

Rothwell, cuyos nuevos estudios fueron publicados el miércoles en las revistas The Lancet y The Lancet Oncology, dijo que esta demora se debía a que la aspirina previene el desarrollo muy temprano de cánceres y que hay una gran brecha de tiempo entre ese estadio y la aparición de signos o síntomas de la enfermedad en un paciente.

Según Rothwell y otros expertos, ahora se necesitan más estudios sobre la aspirina como posible tratamiento para el cáncer en pacientes cuya enfermedad aún no se ha diseminado.

"Ningún medicamento ha demostrado antes prevenir la metástasis distante y por eso estos hallazgos deberían hacer que futuras investigaciones se focalicen en este aspecto terapéutico crucial", dijo Rothwell.

Peter Johnson, jefe clínico de la entidad benéfica Cancer Research UK, indicó que su grupo ya estaba investigando las propiedades de la aspirina contra el cáncer. "Estos resultados muestran que estamos en el camino correcto", manifestó.



jueves, 30 de junio de 2011

"Claves contra el cáncer Alimentos y antioxidantes"


La alimentación previene un tercio de los casos de cáncer “Se estima que un tercio de los casos de cáncer se podría prevenir con hábitos alimentarios saludables”

Clarin.com
 
Por Sibila Camps
En las últimas tres décadas, los estudios epidemiológicos sobre cáncer y nutrición han mostrado que la ingesta de determinados alimentos, el peso y la actividad física tienen incidencia en algunos de los tipos de cáncer más frecuentes. “Se estima que un tercio de los casos de cáncer se podría prevenir con hábitos alimentarios saludables”, plantea el doctor Carlos Markmann, quien coordinará el simposio ‘Nutrición y Cáncer’ durante el XVIII Congreso Argentino de Nutrición.
“En los países en vías de desarrollo se observan altas tasas de cáncer de la parte superior de las vías aéreas y del tracto digestivo, estómago, hígado y cuello uterino; mientras que en los países desarrollados suelen registrarse altas tasas de cáncer de colon, recto, mama, útero y próstata”, revela Markmann, también especialista en diabetes y nutrición.
“No hay alimentos cancerígenos”, aclara el doctor Hugo Montemerlo, médico nutricionista y especialista en medicina interna. Si bien el estudio de la dieta como factor de riesgo no es simple, debido –entre otros motivos– al largo período de latencia hasta que la enfermedad se manifiesta, diferentes investigaciones llevan a relacionar la ingesta de determinados alimentos con una menor incidencia de cáncer.
Verduras, frutas y cereales integrales encabezan las guías alimentarias saludables, porque contienen fitoquímicos, “que en estudios de laboratorio con animales han demostrado proteger contra el cáncer –señala Markmann–. La acción anticancerígena de l a vitamina A estaría relacionada con su poderoso efecto antioxidante, y con su eficacia para suprimir la actividad en los oncogenes”, que son los responsables de la transformación de una célula normal en una maligna que desarrollará un determinado tipo de cáncer.
Estudios de laboratorio han revelado que otro antioxidante, la vitamina C –presente en vegetales y frutas verdes y amarillas–, inhibe la transformación maligna y reduce el daño cromosómico. Varias investigaciones coinciden en su efecto preventivo en el desarrollo de tumores, en especial en los cánceres de estómago y de mama.
El alfa-tocoferol de la vitamina E –que se encuentra en las semillas enteras, el germen de los granos y los aceites extraídos de ellos–, tendría un efecto inhibidor sobre el crecimiento de las células prostáticas. La vitamina E es otro potente antioxidante, capaz de aumentar la inmunidad celular.
En cuanto a la ingesta de fibra, Markmann menciona un estudio reciente llevado a cabo en diez países europeos, que demostró una reducción del 42% en el riesgo de desarrollar cáncer colorrectal. “La fibra, presente en frutas y verduras, acelera y regulariza el tránsito intestinal. Cuando el alimento permanece muchas horas en el intestino, se forman sustancias tóxicas en relación con ácidos biliares, que son precancerígenas”, explica.
En cuanto a las grasas, depende de su tipo. Las monoinsaturadas –en las que es rico el aceite de oliva– han sido relacionadas con una reducción del riesgo del cáncer de mama. A la inversa, “se sabe que hay una asociación entre la epidemia de obesidad y la epidemia de diabetes, y el aumento de la incidencia del cáncer, especialmente de mama –apunta Montemerlo–. Si una paciente con cáncer de mama tiene sobrepeso, hay que hacerla bajar porque la cantidad de grasa en el organismo favorece la presencia del tumor”.
“Características propias de la obesidad, como alteraciones hormonales, inflamación crónica, cambios anatómicos y sedentarismo, se vincularían con el incremento de la prevalencia del cáncer”, agrega Markmann.
Montemerlo, por su parte, se ha especializado en manejo nutricional de pacientes con cáncer. “Gracias a los avances de muchos tratamientos –radioterapia, quimioterapia, cirugía y drogas–, el cáncer se ha transformado cada vez más en una enfermedad crónica, por lo que la nutrición también ha pasado a tener mayor importancia”.
“Para reducir el riesgo de cáncer –concluye–, hay que tener una alimentación lo más ajustada posible al gasto calórico y proteico de cada individuo, lo más variada posible, y lo más natural posible, de acuerdo con la edad, el sexo, el peso y las enfermedades concomitantes, como hipertensión, insuficiencia cardíaca, diabetes u otras”.