viernes, 23 de agosto de 2013

''Piel adiós a las estrías y celulitis''

Investigadoras de la Universidad de Sevilla han patentado el uso de la L-carnitina, compuesto químico orgánico sintetizado por nuestro organismo en el hígado, los riñones y el cerebro, para el tratamiento de estrías y cicatrices.
Es la primera vez que se establecen las bases científicas para desarrollar un producto cosmético que reconstruya la rotura de la trama proteica de la dermis, causante de las estrías. Estos desgarros de la piel se producen por fractura de las fibras de colágeno que la componen y, aunque no suponen un riesgo para la salud, psicológicamente tienen un importante impacto en las personas que las padecen. La invención, desarrollada por el grupo de investigación Optimización y Producción Farmacéutica de la US, se centra en preparar productos cosméticos utilizando como activo la L-carnitina y sus derivados, con el fin de modificar el aspecto, cuidado, protección y mejora de las estrías y cicatrices.
 Este grupo, liderado por la Rocío Jiménez-Castellanos, lleva varias décadas investigando nuevos ingredientes y principios activos para los sectores farmacéutico y cosmético. “La introducción de la L-carnitina en el campo cosmético para su aplicación en las estrías y cicatrices surgió recientemente, a raíz de un proyecto de la dra. Vázquez Cueto en el que demostraron la utilidad del uso de esta sustancia en pacientes hipertensos que pudieran llegar a desarrollar fibrosis a nivel cardíaco y renal” explica Jiménez-Castellanos, Catedrática del Departamento de Farmacia y Tecnología Farmacéutica, en la nota de prensa de la US. “Nuestra invención relaciona la actividad antifibrótica de la L-carnitina con el hecho de que las fibras estructurales y elásticas no son sólo importantes en órganos tales como pulmones y vasos sanguíneos grandes, sino también en el mantenimiento de la estructura y elasticidad de la piel durante toda nuestra vida” prosigue.
 Aunque el origen de las estrías puede ser endocrino, en general son un desgarro de la dermis por rotura de las fibras de colágeno cuando no tienen la elasticidad suficiente para soportar una variación del volumen de los tejidos subyacentes. Esta delicada membrana se daña con facilidad cuando la piel sufre algún trauma (roces, golpes, distensiones…) o se ve obligada a tensarse y restringirse con excesiva velocidad para adecuarse a dimensiones corporales a las que no está habituada como durante el crecimiento intensivo de la adolescencia o el embarazo. Así, al ganar o perder peso repentinamente, se reduce el tejido epidérmico y el elástico dérmico y la piel se hace más fina, reflejándose las estrías a través de ellas.
También se ha evidenciado que favorecen su aparición los estados de estrés y algunos medicamentos como los corticoides.
 Pero, ¿son las estrías peligrosas para la salud? “Al igual que por ejemplo la celulitis, las estrías no constituyen un riesgo para la salud, sin embargo psicológicamente tienen un importante impacto, pudiendo afectar al estado anímico. Por otra parte si su origen es endocrino pueden ser indicativas de una alteración fisiológica”, indica Jiménez-Castellanos.
 La molécula ‘milagrosa’ La L-carnitina ha crecido en popularidad en los últimos años por su capacidad para quemar grasas. Tradicionalmente se la ha considerado como una molécula imprescindible en este sentido ya que en el cuerpo humano las grasas se convierten en energía en las mitocondrias, pero las cadenas de ácidos grasos largos no pueden atravesar la membrana mitocondrial si no es con la ayuda de la L-carnitina.
 Tal es así que la toman muchos deportistas con este fin, aunque algunos estudios indican que son necesarias elevadas cantidades para mejorar su rendimiento y mejorar la fatiga. En cualquier caso no existen restricciones para su consumo, ya que ésta es una sustancia natural, forma parte de la leche humana y se encuentra también en muchos alimentos, como por ejemplo la carne. La patente desarrollada en la US protege el uso de la L-carnitina, sus sales y derivados en productos cosméticos dermatológicos, preferentemente dentro del campo tecnológico del producto cosmético para el tratamiento de todos los tipos de estrías y cicatrices superficiales de mamíferos. Según la doctora María Jesús Lucero, integrante del grupo de investigación, “si bien es cierto que ya existen algunos preparados dermocosméticos que contienen L-carnitina para su aplicación sobre todo en celulitis, en el caso del tratamiento de las estrías lo más frecuente es recurrir a tratamientos médicos.
 Actualmente no existe ningún preparado que contenga la L-carnitina para el tratamiento, científicamente demostrado, de las estrías y cicatrices, motivo de nuestra invención”. Una vez demostrada la utilidad de este activo cosmético, será la industria la que determine las características finales del producto cosmético en base a su estrategia de mercado. La OTRI de la Universidad de Sevilla, oficina encargada de gestionar la protección de los resultados de las investigaciones desarrolladas en la propia institución, es también la responsable de negociar los acuerdos de licencia y trasferencia a los sectores productivos interesados en la explotación de estos resultados.

jueves, 8 de agosto de 2013

''Dieta Grasa ...no tan mala''

La revista Cell Metabolism publica esta semana un trabajo, realizado con animales modificados genéticamente, que indica que el sistema nervioso y el estrés tienen funciones diferentes en el desarrollo de enfermedades metabólicas –como la obesidad y la diabetes– en función de la dieta habitual de los individuos.
 Liderado por científicos del Centro de Investigación del Cáncer (CIC) de Salamanca, los resultados apuntan a que, en individuos con dieta sana, el estrés y la hiperestimulación nerviosa favorecen el desarrollo de hígado graso, diabetes tipo 2 y otros problemas relacionados como la hiperglucemia, hiperinsulinemia y la hiperlipidemia (niveles elevados de glucosa, insulina y lípidos en la sangre, respectivamente).
 En cambio, en individuos con dieta grasa, su papel es en cambio protector, evitando que surjan estas enfermedades e, incluso, la obesidad. Los resultados también permitieron descartar de manera inequívoca que la presión arterial alta contribuya de manera directa al desarrollo de la diabetes tipo 2, como se postulaba en estudios previos.
 Asimismo, la investigación predice que terapias dirigidas contra la rama del sistema nervioso que determina la reacción del organismo al estrés podrían ser de interés para tratar pacientes con síndrome metabólico que no sean obesos. En cambio, esas terapias pasarían a tener efectos negativos en caso de ser administradas a pacientes obesos. “Cuando vimos la disparidad de datos clínicos existentes sobre las interconexiones entre estrés, síndrome metabólico, obesidad y dieta, nos dimos cuenta de que teníamos el animal modelo ideal para resolver las polémicas existentes en este campo” explica Xosé Bustelo, uno de los autores del CIC. Un modelo animal único
 En estudios previos este equipo había desarrollado un ratón modificado genéticamente para estudiar el posible papel terapéutico de la oncoproteína Vav3 en cáncer y otras patologías. Cuando estos ratones fueron analizados, el grupo pudo comprobar que tenían una alteración desde su nacimiento que hacía que tuviesen continuamente activado el sistema nervioso relacionado con el estrés. “Estos ratones nos dan un modelo único para estudiar cómo el estrés contribuía a largo plazo al desarrollo o prevención de dichas enfermedades metabólicas, algo que nunca se pudo abordar con pacientes humanos”, comenta Mauricio Menacho-Márquez, otro de los expertos del CIC y primer firmante del artículo.
 De hecho, “el seguimiento periódico de estos ratones desde su nacimiento hasta una edad equivalente a la que tendrían personas con 80 años, daba una oportunidad única de observar los efectos a largo plazo del estrés y, además, ver cómo variaban en función de la dieta, la edad o la administración de diversos tipos de fármacos”, añade Bustelo. Además, “dado que los animales tenían un componente genético homogéneo y condiciones ambientales idénticas, nos permitía establecer correlaciones directas entre las condiciones experimentales y la evolución de la enfermedad y, por tanto, establecer inequívocamente causas y efectos. Esto era imposible de hacer en humanos”, subraya Menacho-Márquez.
 Síndrome metabólico Debido a los cambios de estilo de vida como el sedentarismo y el uso frecuente de comidas grasas, las enfermedades relacionadas con la obesidad están consideradas en estos momentos como una auténtica pandemia, independientemente de la edad de los individuos, su sexo o grado de desarrollo del país en que viven. El síndrome metabólico engloba una serie de problemas médicos que aparecen simultáneamente, como la diabetes tipo 2, la hiperglucemia, hiperinsulinemia, hipertrigliceridemia e hígado graso. Aunque generalmente se relacionan con la obesidad, hay casos menos frecuentes en que pueden detectarse en pacientes no obesos. Junto con los problemas asociados, estas enfermedades inducen una alta probabilidad de desarrollar otros problemas médicos graves, como la presión arterial alta, problemas cardiovasculares como la arteriosclerosis, ictus, fallos renales e incluso algún tipo de cáncer como es el de hígado o mama.

 Referencia Mauricio Menacho-Márquez, Rubén Nogueiras, Salvatore Fabbiano, Vincent Sauzeau, Omar Al-Massadi, Carlos Diéguez, and Xosé R. Bustelo. “Chronic symphatoexcitation through loss of Vav3, a Rac1 activator, results in divergent effects on metabolic syndrome and obesity depending on die t”. Cell Metabolism, Volume 18, Issue 2, 6 August 2013, Pages 199–211.

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martes, 6 de agosto de 2013

''El poder protector de las Isoflavonas''

Además de macronutrientes, vitaminas y minerales, los vegetales nos aportan otras sustancias cuyo efecto en el organismo resulta benéfico.
 Tal es el caso de los llamados fitoquímicos o fitonutrientes, dentro de los cuales destacan las isoflavonas. De acuerdo a un número importante de estudios, estos compuestos flavónicos poseen especial significancia debido a su aplicación en la regulación del balance hormonal en la mujer y la prevención de algunos tipos de cáncer, problemas renales, osteoporosis, etc.
 El papel de las isoflavonas es ampliamente apreciado y constituye uno de los temas actuales de investigación en Nutrición. Las Isoflavonas están presentes en una gran variedad de plantas y vegetales siendo una de las fuentes más abundantes el fríjol de la soya y obviamente los suplementos en capsulas con dosis diferentes. De hecho, muchos de los beneficios que se atribuyen a la soya se producen por acción de las llamadas isoflavonas.
 Las más importantes son el Genistein y Daidzein que destacan por su acentuada acción antioxidante. Debido a que las isoflavonas de soya cumplen dentro del organismo una función similar a la de las hormonas, se ha difundido su consumo para aliviar los síntomas propios de la menopausia tales como sofocos, ansiedad, fatiga, sudor nocturno, cambios en el estado de ánimo, etc.
 Igualmente, estudios recientes han encontrado que estas mismas sustancias incrementan la densidad ósea en las mujeres ya que contribuyen a que los huesos absorban más calcio, hecho que también resulta favorable en situaciones fisiológicas como el embarazo y la tercera edad.
Además, las isoflavonas de la soya poseen acción anticancerígena y antitumoral relacionada con la actividad hormonal de la mujer. Dicho de otro modo, el consumo de estas sustancias a través de un suplemento de calidad reduce el riesgo de cáncer en senos, matriz y cuello del útero. Esto se debe a que las Isoflavonas de la soya promueven el equilibrio hormonal desde la premenopausia hasta el término de este estado fisiológico de la mujer, por lo que es recomendable que se inicie la ingesta de Isoflavonas desde el momento en que empiezan a aparecer los primeros síntomas de la menopausia.
 Recientemente, otros estudios confirman también sus efectos protectores frente a tumores de colón y próstata, extendiéndose los beneficios de este producto a la salud del hombre. Se sabe también, que como un efecto secundario las isoflavonas inhiben el crecimiento de las células que forman la placa aterogénica que obstruye las arterias.
 Una revisión de estudios controlados concluye que la soya es definitivamente eficaz para mejorar el nivel del colesterol en sangre y lo mejor es que existe evidencia para afirmar que las Isoflavonas son los ingredientes activos responsables de esta acción.
 ISOFLAVONAS Y PROTECCION VASCULAR
 Las enfermedades cardiovasculares (ECV) son causa importante de muerte en los países occidentales. Además de los factores dietéticos recomendados para disminuir los riesgos cardiovasculares, se propone que el consumo de las isoflavonas podría otorgar beneficios adicionales. Los efectos beneficiosos de estrógenos en la elasticidad vascular y la reducción del nivel del colesterol son muy importantes. Ésta es la razón por la que la arteriosclerosis aparece en mujeres principalmente después de la menopausia, en que el nivel del estrógeno disminuye.
 INFLUENCIA DE LAS ISOFLAVONAS EN EL CONTROL DEL COLESTEROL
 Los suplementos que contenían las isoflavonas se han investigado para su papel en la reducción del riesgo para la arteriosclerosis . Los estudios en animales y seres humanos han demostrado que las isoflavonas pueden reducir de las lipoproteínas de baja densidad (LDL). Un ensayo que implicaba a 156 hombres y mujeres sanos, 62mg producto de la proteína de soya que proporcionaba las Isoflavonas, fue asociado a una reducción significativa en total y el LDL colesterol comparado a los que comieron la proteína de soya sin las isoflavonas. El mecanismo exacto por el cual los isoflavonas reducen el colesterol, no se conoce todavía. LAS ISOFLAVONAS EN LAS ARTERIAS
 Las isoflavonas pueden desempeñar un mayor papel en mejorar funciones vasculares que en la reducción del colesterol. Las isoflavonas pueden ayudar en la preservación de la elasticidad Cuando las arterias son dañadas por la arterosclerosis forman generalmente coágulos de la sangre. Estos coágulos de la sangre pueden causar un ataque del corazón o un movimiento. Con la ayuda de otros antioxidantes tales como vitamina E y vitamina C, se destruyen los radicales libres y la oxidación del colesterol de LDL (colesterol malo) se previene.