El asado a la parrilla y el cáncer
El Profesor Carlos Sirtori, experto en la Organización Mundial, de la Salud, llamó la atención de toda Europa en febrero del año 1967, al anunciar que “la carne cocinada a la parrilla contiene Benzopirene, una sustancia de alto poder cancerígeno”.
El Dr. Carlos Sirtori es un experimentado Cancerólogo. Está a cargo del Departamento de Anatomía Patológica en el Instituto Nacional de tumores de Milán.
En Argentina se come mucho asado, plato que es considerado como tradicional. La carne asada a la parrilla, dice el Dr. Sirtori, alcanza en su superficie, una temperatura muy elevada que puede llegar a alrededor de 700 grados.
Esta alta temperatura produce en la carne –y en cualquier otra sustancia orgánica-, una verdadera hecatombe. Las proteínas se desnaturalizan y las grasas dan lugar a la formación de hidrocarburos, verdaderos agentes de producción de cáncer. De un kilo de carne a la parrilla, se han obtenido 6 gamas de benzopirene.
El benzopirene es un hidrocarburo cancerígeno que actúa en la misma forma que el denso humo que se estaciona en el aire de las ciudades muy pobladas y fabriles y, como el humo del cigarrillo. Para obtener 6 gamas de benzopirene se necesitan 600 cigarrillos. La misma cantidad se obtiene con un kilo de carne asada en la parrilla.
Las sustancias más peligrosas del asado se encuentran en la parte quemada, es decir la más expuesta al fuego. El fuego y el humo también contienen benzopirene. Esa temperatura de 700 grados produce una verdadera explosión íntima en cualquier clase de alimentos, continúa diciendo el Dr. Sirtori. La cocción en parrilla es dañina para cualquier alimento, ya se trate de pescado, queso, pan, etc. Como se ha mencionado, el humo contiene benzopirene, por lo tanto son cancerígenos todos los alimentos ahumados. Las estadísticas señalan que en países como Islandia o Japón, donde se consumen muchos alimentos ahumados, hay un alto índice de cáncer de estómago.
El tiempo de exposición de la mucosa del estómago a la sustancia cancerígena tiene también su importancia. Están más expuestos los que comen mucho asado ó alimentos ahumados, porque al ser más lenta la digestión el tiempo de contacto también es mayor.
Es ilusoria la pretensión de prevenir el cáncer (lo mismo podemos decir del S.I.D.A.), por medio de vacunas. Un estilo de vida saludable y una alimentación con un 50 por ciento de alimentos crudos (sin alcohol, tabaco y otros tóxicos), permiten conservar la salud de todas las células de nuestro organismo y prevenir el cáncer y el S.I.D.A. de una manera natural.
En nuestro país y en el Uruguay el cáncer es muy frecuente porque se consume mucha carne y grasa (asado gordo, pollo, pescado, mariscos, fiambres, embutidos, salchichas, hamburguesas, etc.), que favorecen el desarrollo de tumores, según las últimas investigaciones científicas.
El Dr. Carlos Sirtori es un experimentado Cancerólogo. Está a cargo del Departamento de Anatomía Patológica en el Instituto Nacional de tumores de Milán.
En Argentina se come mucho asado, plato que es considerado como tradicional. La carne asada a la parrilla, dice el Dr. Sirtori, alcanza en su superficie, una temperatura muy elevada que puede llegar a alrededor de 700 grados.
Esta alta temperatura produce en la carne –y en cualquier otra sustancia orgánica-, una verdadera hecatombe. Las proteínas se desnaturalizan y las grasas dan lugar a la formación de hidrocarburos, verdaderos agentes de producción de cáncer. De un kilo de carne a la parrilla, se han obtenido 6 gamas de benzopirene.
El benzopirene es un hidrocarburo cancerígeno que actúa en la misma forma que el denso humo que se estaciona en el aire de las ciudades muy pobladas y fabriles y, como el humo del cigarrillo. Para obtener 6 gamas de benzopirene se necesitan 600 cigarrillos. La misma cantidad se obtiene con un kilo de carne asada en la parrilla.
Las sustancias más peligrosas del asado se encuentran en la parte quemada, es decir la más expuesta al fuego. El fuego y el humo también contienen benzopirene. Esa temperatura de 700 grados produce una verdadera explosión íntima en cualquier clase de alimentos, continúa diciendo el Dr. Sirtori. La cocción en parrilla es dañina para cualquier alimento, ya se trate de pescado, queso, pan, etc. Como se ha mencionado, el humo contiene benzopirene, por lo tanto son cancerígenos todos los alimentos ahumados. Las estadísticas señalan que en países como Islandia o Japón, donde se consumen muchos alimentos ahumados, hay un alto índice de cáncer de estómago.
El tiempo de exposición de la mucosa del estómago a la sustancia cancerígena tiene también su importancia. Están más expuestos los que comen mucho asado ó alimentos ahumados, porque al ser más lenta la digestión el tiempo de contacto también es mayor.
Es ilusoria la pretensión de prevenir el cáncer (lo mismo podemos decir del S.I.D.A.), por medio de vacunas. Un estilo de vida saludable y una alimentación con un 50 por ciento de alimentos crudos (sin alcohol, tabaco y otros tóxicos), permiten conservar la salud de todas las células de nuestro organismo y prevenir el cáncer y el S.I.D.A. de una manera natural.
En nuestro país y en el Uruguay el cáncer es muy frecuente porque se consume mucha carne y grasa (asado gordo, pollo, pescado, mariscos, fiambres, embutidos, salchichas, hamburguesas, etc.), que favorecen el desarrollo de tumores, según las últimas investigaciones científicas.