Durante la época de frío, las personas tienden a consumir mayor cantidad de alimentos especialmente calóricos, teniendo la idea errónea de que así lograrán mantener la temperatura corporal. Sin embargo, este exceso de calorías sólo hace que aumenten de peso. Otro factor importante que incide en la ganancia de peso durante la época invernal, es la sustitución de comidas frescas como ensaladas, por papas, arroz, leguminosas y fideos. Como la ropa de invierno suele ser amplia, oculta sin mayor problema los kilos ganados, y es más difícil darse cuenta que se está subiendo de peso. Debemos pues, ser cuidadosos con lo que ingerimos, para evitar llevarnos un susto cuando entre el verano y tengamos encima varias libras de más. Según expertos en nutrición, el aporte calórico que necesita cada persona depende de las características individuales como la edad, la estatura y la actividad, entre otras. Pero existe una fórmula ideal para mantener una dieta balanceada conocida como “molécula calórica”, que permite conocer cuántas calorías necesita cada persona. Se trata de un cálculo teórico que distribuye las calorías diarias de la siguiente forma: 10-15% deberán provenir de proteínas; 55-60% de calorías de hidratos de carbono y 25-30% de grasas o lípidos. Entre los alimentos altos en proteína figuran las carnes, los pescados, huevos y legumbres secas o leguminosas. Entre los hidratos de carbono se encuentran los cereales, como el arroz y los fideos. Algunos nutricionistas recomiendan un truco para “engañar” al estómago en esta época invernal donde se tiende a comer más, consiste en tomar una sopa como entrada, la cual debe ser casera como una crema de verduras o legumbres secas. Las sopas de sobre suelen tener un alto contenido de sodio, por lo que no se recomiendan. Otro mal hábito alimenticio que suele darse durante el invierno, además de comer más, es respecto a la variedad de los alimentos consumidos, pues las personas tienden a reemplazar alimentos clave para una dieta equilibrada. Muchos padres por ejemplo, sustituyen las frutas que sus hijos comen como colaciones en verano, por dulces, chocolates y patatas fritas. Se tiene el mito de que las ensaladas no se deben consumir en invierno, pero no es así, pues las frutas y vegetales son alimentos que deben estar presentes en la dieta todo el año. Dicen algunas personas que los dos mayores enemigos de la silueta, durante los meses de invierno, son el frío y la ansiedad. Para prevenir los ataques de ansiedad te recomendamos consumir los siguientes alimentos: yogur desnatado con frutas, ensaladas de hortalizas duras, como zanahoria, apio, hinojo y palmitos, gelatina, licuados de frutas, sopas o caldos con salvado, semillas de linaza, sésamo y girasol, germen o levadura, entre otros. El secreto de estos alimentos es que dan mayor sensación de saciedad , algunos porque tienen mucho volumen o requieren mayor masticación, otros por ser saciantes o refrescantes y otros por dejar un sabor dulce en el paladar con pocas calorías.
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